Cuando el Ser Humano descubre la verdadera esencia del Creador y se comporta segun esa naturaleza, de otorgante o dador, ese acercamiento es tan intenso, que se da cuenta que no necesita de su religion, esta permanece solo como parte de su entorno cultural y social en este mundo.
La personalidad egoísta moderna se apoya en conceptos humanos como el honor y la dignidad.
Incluso sin tener ninguna dignidad y honor, cada uno trata de enfatizar que está en favor del honor, trata de representar el papel de un caballero moderno. En la interacción integral mutua esto no existe. Aquí declaramos que el único valor verdadero es nuestra unificación. Lo único que importa es si la persona es capaz de unirse con otros, de entenderlos y de abrirse para que ellos la entiendan y se unan con ella en un todo. Todo el bien que hay en el mundo y en nosotros es realizado sólo en esto. Todo lo demás que no está bajo la etiqueta de la unificación es defectuoso y simplemente lo denunciamos. Es más, esas denuncias son esenciales para unirnos ¡Esto significa que son en realidad algo positivo! Sin ellas, no seríamos capaces de lograr nada. Todos nuestros atributos negativos son necesarios para crear los atributos positivos; por encima de ellos y en contraste con ellos, construimos todo lo que es positivo porque inicialmente no hay nada positivo en nosotros. Gracias al ego que crece en nosotros, podemos constantemente desarrollar el atributo de otorgamiento y el amor de otros, el cual es opuesto al ego. Pregunta: La persona con un sentido del honor y dignidad “inflados” percibe a tal grupo de personas como perdedores sin carácter. Rav: Somos así por naturaleza ¡La naturaleza nos opera mediante los instintos! Recibimos una educación en el jardín de niños y luego en la escuela; nada viene de nosotros mismos. Los instintos naturales no son míos ¿Entonces yo quién soy? Mis instintos me operan a mí, a mi cuerpo y me arrojan hacia las batallas con otros ¡y todo esto no soy yo! Sólo experimento sufrimiento como resultado de lo que mi naturaleza distorsionada hace conmigo y de todo lo que me enseñó la sociedad. En realidad no tengo nada en la vida. Soy una pobre marioneta que sufre por haber sido construida de esta manera en una fábrica corrupta. Si llegamos a esta conclusión, entonces no hay nada de qué estar orgullosos. Por el contrario, ayudémonos mutuamente. Y si no queremos corregirnos, si no deseamos ayudar, eso también es parte de nuestros atributos negativos. Naturalmente, es necesario asegurar la continua cooperación, la ayuda mutua y por supuesto, la formación seria, constante en un grupo.
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