
Rav: Porque las personas que escuchan y absorben la información trazan imágenes dentro de sí mismas en contra de su voluntad. Los fragmentos negativos permanecen en ellas, los cuales después les permiten actuar. No importa que en este momento la persona esté en desacuerdo con ello, este fragmento, esta imagen, esta acción aun así se registra en ella. Pienso que esta no es la forma de trabajar. Es muy difícil que una persona trabaje a partir de un ejemplo negativo. Esto requiere de un análisis especial, de la fortaleza para ascender, superar y reconocer el mal, traer el bien en oposición al mal, entender qué necesita hacerse para elevarse por encima del mal y construir una buena actitud, la cual es opuesta al mal; en otras palabras, invertir por completo esto hacia la dirección opuesta. Esto requiere de gran esfuerzo y mente. La persona normal simplemente no puede hacerlo. Dejemos que trate de hacer algo positivo en vez de algo negativo, no sólo en colores sino en expresiones y posturas. Que “transfiera” no sólo la sonrisa o una expresión malvada de una imagen a otra, sino también las posturas, gestos, la correspondencia entre los cuerpos, etc. La persona no entiende cuán exhaustiva es la diferencia entre lo positivo y lo negativo. Naturalmente, cuando a la persona se le muestra un escenario estrictamente negativo, ella lo rechaza porque no le gusta plenamente este escenario. Pero queda archivado, registrado en algún lugar de ella, ¡y la persona de todas formas lo usará! Uno no puede aprender buenas acciones a través de ejemplos negativos.
Pregunta: Existen autores en la sociedad rusa, como Mijail Zhvanetsky, a quienes las personas escuchan; se les considera muy sabios. Zhvanetsky basa su trabajo en ejemplos negativos. Toma una cierta situación negativa, cada vez, encuentra una solución graciosa, una forma de salir de ello.
Rav: Con todo respeto, no creo que ese Zhvanetsky y otros “filósofos” como él creen una revolución en la sociedad. El trae a la luz las fallas de la sociedad, se las muestra a las personas y a ellos les gusta. Esto es semejante a una caricatura donde un lobo que no está hambriento se come a un conejo y después se sienta y limpia sus dientes con un palillo. Le explicas su mala acción y él está de acuerdo, “Si, en realidad”. La audiencia se sienta y escucha sus defectos, pero no hay ningún resultado. Aun cuando existe una cierta necesidad por esto y una demanda social, esto no es educación.
Pregunta: Toda la cultura clandestina de los intelectuales rusos, por ejemplo, los escritos de Igor Guberman, están basados en el contraste entre el bien y el mal.
Rav: Aquí entre nosotros, este es un enfoque puramente judío. Raykin y todos los demás también usaron esto. Así es como los judíos se protegieron. Se reían de sí mismos. De esta manera, se defendían al convertir todo lo negativo en algo positivo, en una broma. Ellos mejoraron cada situación con emociones positivas con el fin de sobrevivir a todo. No veo el mismo enfoque humorístico entre otras naciones. Esta es una consecuencia del exilio y del sufrimiento. Esta filosofía pertenece a un pueblo exiliado, degradado que fue golpeado en el rostro y que trata de volverlo broma porque de otra manera la situación sería muy dolorosa para ellos. En otras palabras, esta filosofía no lleva a un cambio en la sociedad.
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