Baal HaSulam, “Introducción al Libro del Zóhar”, ítem 28:Y cuando nos embarcamos en un nuevo tipo de labor, en introducir todo este deseo de recibir exagerado en forma de otorgamiento. Entonces es curado, porque ahora obtiene la equivalencia de forma.
Es solo que mientras tanto ha sido entregado a las Klipot para purificación. Pero al final, no debe ser un cuerpo diferente. Existe un deseo de recibir que fue creado por el Creador. No es el deseo que todos tenemos de preservar nuestro cuerpo animal, sino un deseo que esta por fuera de este mundo que nos fue dado para corregirlo, para corregir nuestra actitud hacia los demás. Todo lo que está por fuera de la actitud hacia los demás no cuenta en absoluto. Nuestra parte “animal” se caracteriza por deseos de comida, sexo, familia, dinero, respeto y conocimiento. No importa qué forma tomen; éstos no cuentan en absoluto.
Educación, cultura, ética y otros valores son parte de nuestro mundo solo debido a que pensamos en corregir la actitud de la persona en tales cosas, al atribuirles algún significado.
Pero inicialmente se nos dio una clara instrucción: “Ama a tu prójimo como a ti mismo”.
Este es un principio comprensivo, universal.
Es lo único que tenemos que corregir y la única dirección hacia la que debemos apuntar, a pesar de todos los demás deseos.
Es en la actitud hacia los otros que ocurrió la “ruptura de las vasijas” y es ahí que descubrimos la Luz superior, la adhesión, por medio de la corrección.
Los cabalistas dicen que tenemos que descubrir el deseo egoísta en las relaciones mutuas con los demás y reconocer el hecho de que todo es para mi propio beneficio en vez de ser para el beneficio de otros. Todo está medido en relación a los demás, y es de acuerdo a este criterio que llamamos al deseo de recibir una “inclinación al mal”, como la definen los cabalistas.
Si mi poder apunta hacia mi propio beneficio y no al bien de los demás, es llamado “inclinación al mal”.
Ahora yo necesito volverlo una buena inclinación para que el mismo poder, el mismo deseo, no sea para mi propio beneficio sino para el beneficio de los demás.
¿Por qué es así? Porque por medio de esto le damos contento al Creador.
Si yo trabajo de esta forma, yo evoco la Luz que Reforma, la fuerza que me corrige por medio de ascensos y descensos. Ahora considero mi buena actitud hacia los demás como un “ascenso”, mientras que en un “descenso”, yo veo que aun estoy en contra de otorgar hacia los demás. Continúo estas aclaraciones, hasta que todo mi deseo de recibir esté realmente “muerto” y sea incapaz de hacer algo.
Entonces desde el estado de muerte yo recibo esto y alcanzo la “resurrección de los muertos”y así alcanzo el Gmar Tikkun (la corrección final) Entonces todo ocurre dentro de mi deseo de recibir, que está dirigido hacia los demás, individualmente y hacia el entorno, generalmente hacia el Creador. Nosotros debemos estar consientes de esto de una forma fuerte y clara.
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