La persona recibe una escala de valores del entorno. Nosotros empezamos
a desarrollarnos debido al entorno cuando descendimos de los árboles.
Todo l desarrollo humano ocurre debido a que la sociedad promueve que es
necesario ser grande, fuerte y próspero. Así empezó el progreso de la
humanidad. El desarrollo es posible sólo gracias a la comunidad. Si la sociedad
no hubiera instalado en nosotros nuevos valores en exceso a los
requeridos para la simple existencia del cuerpo, hubiéramos permanecido
como animales. No somos diferentes de ellos excepto por el elemento de
competencia, en el que estamos involucrados entre nosotros mismos, un
desarrollo debido al entorno. El entorno está evolucionando y nosotros
estamos desarrollándonos junto con este. Este desarrollo no es
característico de los animales, sólo de los humanos. Un tipo especial de
animal que puede crecer debido al entorno, es llamado ser humano en
este mundo. El tipo de ser humano que es capaz de desarrollarse por
medio del propósito del desarrollo de su entorno, es llamado un
cabalista. Existen dos etapas que surgen por encima del nivel animal:
una persona ordinaria y un cabalista. Los cabalistas desarrollan especialmente
su entorno para evolucionar debido a este, como si se jalaran entre
ellos hacia arriba del cabello. Las personas comunes no hacen esto. La
sociedad se desarrolla y los jala en distintas direcciones en el mismo
plano de este mundo, pero no hacia nuevos valores cualitativos. Por lo tanto, la humanidad evoluciona naturalmente hasta que llega a una crisis.
El desarrollo basado en la competencia conduce a la situación en que
una parte de la humanidad está increíblemente enriquecida y la otra
completamente empobrecida. Esta situación llega a ser crítica, puesto
que no queda ninguna capa intermedia. Ya hemos pasado la etapa en la que
la sociedad esperaba alcanzar la prosperidad universal, la realización
del sueño americano que les prometía a todos abundancia por su trabajo. Pero esto es imposible; el egoísmo
humano no permitirá que el rico sacrifique ni siquiera un poco. Esto
los forzará a guardar el 100% de su riqueza. En el mejor de los casos,
ellos arrancarán de sí mismos para los pobres el 0.1% sólo para que los
pobres puedan sobrevivir de alguna manera y servirles a los ricos, pero
no más. Entonces, regresamos a la teoría de Marx, dado que nuestro ego
nos separa hacia polos antagónicos entre los cuales es inevitable la
guerra. El intento de construir una sociedad de bienestar pro industrial
desarrollada ha fallado, debido a que en este caso alguien tiene que
sacrificar su beneficio; el rico debería compartir con el pobre. ¿Por
qué de pronto ellos debería estar de acuerdo con esto si es posible
exprimir todo de los pobres y dejarles sólo un mínimo para que no mueran
de hambre?. Nuestro egoísmo nos priva de la razón;
ustedes miran al mundo y se asombran con lo que ocurre en él: Los ricos
están matándose a sí mismos con sus acciones, arriesgando sus propias
vidas. Pero no pueden detenerse.
El ego está creciendo y forzándolos a actuar de esta manera.
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