Adherirse al lenguaje de los cabalistas
Baal HaSulam, La esencia de la sabiduría de la Cábala: Cualquier persona razonable comprenderá que cuando se trata de asuntos espirituales, sobre todo de la divinidad, no hay palabras ni letras con las cuales percibir. Esto se debe a que nuestro vocabulario no es más que combinaciones de las letras de nuestros sentidos e imaginación.
Es particularmente así cuando se necesita encontrar alguna razón en estas palabras, para que ayuden en las operaciones habituales en la investigación de la sabiduría. Aquí, el sabio debe usar definiciones rigurosamente precisas ante los ojos del observador.
Si expresamos en nuestras palabras todo lo que sentimos, cada uno creará su propio idioma, su propia enciclopedia, etc. y no podremos comunicarnos. Por eso, lo que podemos y debemos hacer es tomar las palabras, expresiones y definiciones basadas en nuestra esencia.
Esto es exactamente lo que hace Cábala. Dice que el hombre es un deseo que se divide en cinco: cero, uno, dos, tres y cuatro. En estos cinco tipos de deseos, sentimos satisfacción positiva y negativa, todos lo tenemos. Por eso, todo es sólo el deseo.
Así, si nos conectamos a un lenguaje cabalista claro, no nos desviaremos. Hablaremos el mismo idioma. Así fue antes de la destrucción en la antigua Babilonia, cuando todos hablaban un idioma, el arameo, en el que está escrito El libro del Zohar.
El arameo es bueno porque viene de la esencia misma de la naturaleza. Los cinco niveles de deseo, de los cuales cada uno está formado, generan cinco definiciones. Este lenguaje se basa en ellas.
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