Rabash, Artículo No 6, 1984, Amor a los amigos. Todos deben pensar que llegaron al grupo para cancelar su amor propio, es decir, no deben pensar en satisfacer su deseo, tanto como sea posible, deben pensar sólo en el amor por sus amigos, porque sólo así puede adquirir el deseo y la necesidad de la nueva propiedad, del deseo de dar.
Y del amor a los amigos, se puede llegar a amar al Creador, a desear darle satisfacción al Creador.
No debemos olvidar que esto es precisamente en lo que debemos pensar todo el tiempo y esto es nuestra aspiración. No importa que sea opuesto a nuestra naturaleza, debemos hacerlo así.
Mi objetivo es elevarme por encima de mi amor propio y llegar a amar a mis amigos, porque con esa actitud hacia ellos, empiezo a percibir al Creador, al mundo superior, a la propiedad del otorgamiento, me elevo por encima de mi naturaleza. Es la condición exacta, es la palanca, la que me puede elevar.
Al principio, en general, son deseos egoístas: quiero elevarme, quiero encontrar. Si para eso necesito amar a otro, estoy dispuesto. No hay nada que hacer si es necesario.
Cuando trabajamos así, de repente empiezo a sentir que no necesito nada más. Ni siquiera me necesito. Si existe una propiedad como el otorgamiento, si existe un estado llamado Creador, eso es todo, es suficiente para mí, ni siquiera necesito existir.
Siento tanto la influencia de la Luz superior que ni siquiera preguntó por mí mismo; por el contrario, estoy dispuesto a anularme por completo, a no existir. Así comienza la siguiente etapa de nuestro desarrollo.
En la medida de la similitud con el Creador -darle placer, así como el Creador quiere darnos placer- ganamos la cualidad del Creador, nos unimos con Él y nos elevamos a Su nivel.
Hay dos etapas. Podemos adquirir una nueva propiedad, el deseo de dar, sólo trabajando con amigos. Y sólo así ganamos el deseo de dar placer al Creador y llegar a ser similares a Él.
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