
Escritos de Rabash, artículo 29, “Cásate con una Virgen”: Cada vez que una persona recibe una esposa, recibirá una virgen que nunca ha tenido un marido. En otras palabras, él nunca ha utilizado esta Máljut y ella siempre debe ser una nueva esposa. En el trabajo espiritual Máljut es llamada “el reino de los cielos”, el cual debe tomar la persona sobre sí todos los días renovado. Él tiene que imaginar que está empezando ahora el trabajo espiritual y no importarle nada de lo que vino antes. El Creador creó la creación y existe en adhesión y unidad con ella. A esto le llamamos el primer estado o el mundo del Infinito. Sin embargo, la creación no se percibe en este estado. Fue creada simplemente esta manera, pero no está permeada por los detalles de la percepción, además de la sensación de uno. Por lo tanto, es como el grado inanimado, una gota de semen, que no tiene percepción de sí misma. El deseo del Creador es llevar la creación a que se dé cuenta de quién es Él y que se haga semejante e igual a Él. Por lo tanto el verdadero estado está oculto de la creación y en su lugar, comienza a percibirse en el estado opuesto. Esta fase, a su vez, se divide en varios aspectos: la creación misma se percibe como existente en los niveles inanimado, vegetativo, animado y hablante. Tú y yo sentimos nuestra existencia en el grado humano de este mundo. Sin embargo, no sentimos que nos hayamos desarrollado desde el nivel inanimado. No sentimos nuestros ciclos de vida pasados en el nivel humano, sino que simplemente nos experimentamos como existentes aquí y ahora. El asunto es que cualquier análisis tiene que ocurrir por sí mismo. Una persona en este mundo discierne la adhesión, la conexión con el Creador, y se desarrolla a un nivel en el que comienza a expresar su parte en la creación, su actitud hacia el Creador. El Creador lo trae a esta, dándole la sensación de vacío en la vida, pero por otro lado motivándolo para conectarse con Él y para que sea semejante a Él. De tal modo el Creador despierta el deseo de una persona en el primer punto espiritual. Si una persona realiza adecuadamente este deseo por medio del método de corrección, es decir, la ciencia de la Cabalá, si aumenta su pequeño deseo con la ayuda del grupo, elevando la importancia de llegar a ser semejante al Creador y unirse con Él, si él eventualmente hace que su deseo sea semejante al del Creador, entonces adquiere un nuevo grado. El punto inicial en él crece para convertirse en Máljut. En hebreo Máljut significa reino. También se le llama “el reino de los cielos”, porque la persona lo hace similar a Bína, los cielos. De esta manera es hecha la primera conexión entre Máljut y Bína, o entre la creación y el Creador. Luego, con el fin de dar la oportunidad a la persona de desarrollarse aun más, todo lo que tuvo antes se borra y recibe la siguiente parte del deseo egoísta que tiene que ser corregida y semejante al Creador. Esta parte tiene que ser traída a la adhesión para que se convierta en una persona en un grado más alto. Entonces no queda ningún rastro de la situación anterior. Así, si una persona trabaja correctamente, entonces recibe continuamente “una virgen por esposa”. Entonces el corrige su deseo una vez por el bien del otorgamiento, haciéndolo similar al del Creador y adquiriendo una mayor equivalencia y cercanía con Él. Cuando completa esta fase, la adhesión desaparece de él una vez más y la persona recibe otra vez un nuevo deseo corrupto con el cual tiene que trabajar nuevamente por medio del grupo, elevando la importancia de la meta, aumentando su deseo y uniéndose con otras almas. Así es como avanza una persona. Él recibe continuamente una nueva parte de Máljut, una “nueva mujer“. Si trabaja por el bien de otorgamiento, deseando ser semejante al Creador, entonces, en el nuevo estado todo lo que sucedió, se borra por completo y no tiene nada en que confiar de la experiencia pasada. Este es, de hecho, un nuevo grado, “virginidad”.
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