Cuando una persona empieza a escucharnos, naturalmente empieza a preguntar: ¿Qué debo hacer?

Tienes que recibir más y más información sobre el hecho de que el bienestar del mundo depende de la buena conexión entre las personas. Y depende de esto absolutamente. El dinero, su lugar de trabajo, las pensiones, las vacaciones, la salud, la ecología, el clima, la educación, las relaciones conyugales, y todo lo que imagines no se puede ser construido o corregido “de frente”. ¿Cuál puede ser el problema? Si tenemos una crisis financiera, entonces imprimimos más dinero y lo daremos a quien tengamos que darlo. ¿Hay un problema en Libia? Entonces, pongamos presión sobre Libia. Eso es una tontería, pero no una de la cual podamos reírnos. Es una tontería muy amarga. No importa cuál sea el problema, hoy en día es imposible resolverlo de frente, directamente, a pesar de que ésta es precisamente la forma en que actuaron en el pasado. Cuán fácil solía ser: Algo pasó aquí, así que lo corregimos aquí, algo sucedió allí, así que lo corregimos allí. Pero eso ya no va a funcionar. Ahora es imposible. Hemos terminado en un sistema cerrado, y mientras estás reparando una de sus partes, otra parte se rompe. Hoy tienes que conocer todo el sistema. Hoy tienes que incluirlo dentro de ti mismo, pensar globalmente de la forma en la cual es, y sentirlo de manera global. Esa es la única manera en la que puedes alcanzar el éxito. ¿Por qué los del G-7, 8 o 20 se reúnen inútilmente? ¿Por qué solo un programa de gobierno para salir del trabajo de la crisis? Esta es la única razón.

Tenemos que entender que la garantía mutua es la solución y el enfoque adecuado para cualquier problema.