1. ¿De qué manera tendrá lugar una mayor evolución de la raza humana? ¿Cómo cambiarán nuestra esencia la crisis mundial y las leyes de la Naturaleza? ¿Impactará la transición forzada de la sociedad egoísta a un modelo integral del mundo basado en la garantía mutua sólo en el orden social o también se alterará la esencia y la conexión entre las generaciones?
¿En qué clase de mundo terminaremos viviendo si logramos conectarnos a un sistema unido que es similar a un organismo vivo? ¿De qué manera cambiará nuestra percepción de las limitaciones del mundo? Para ello, tenemos que examinar la evolución general y su aspecto sicológico.
2. Los protozoos (amebas), los cuales son similares a primeras criaturas simples en la Tierra, reaccionan a los impactos externos, pero son incapaces de retener recuerdos o sensaciones, es decir, no adquieren experiencia, ni son capaces de transmitirlos a las generaciones futuras.
El comportamiento de la “medusa peine” está determinado por las conexiones naturales innatas, para ellas los instintos juegan un papel muy importante. Los vertebrados elementales (los peces) se comportan de acuerdo con “habilidades” heredadas que se acumularon durante su existencia. Instintos conservadores que determinan estrictamente su comportamiento; estos no les permiten cambiar su conducta, incluso si esta deja de ser conveniente.
3. Después de salir del agua, los animales entraron en un entorno mucho más duro y diverso, la evolución sicológica sucedió de dos maneras diferentes:
. La complicación de las “habilidades” heredadas y de los instintos (los insectos y artrópodos).
. La adquisición de la capacidad de desarrollar hábitos vitales durante un ciclo de vida, lo que permitió hacer ajustes a un entorno cambiante (el desarrollo de los vertebrados, de los anfibios a los mamíferos, la supresión gradual del papel de los instintos y la mejora de las funciones intelectuales y de las actividades racionales (la experiencia individual).
4. La evolución sicológica continúa en tierra firme. Su punto principal es la transición de hábitos estables hereditarios, a las capacidades adquiridas que no son de naturaleza hereditaria. El objetivo de la evolución es un ser humano; la importancia de los instintos en la vida humana es mínima. El intelecto es lo importante ya que permite una rápida adquisición de hábitos y conocimientos múltiples que, a su vez, permiten a los físicamente débiles seres humanos, adaptarse a una variedad de circunstancias.
5. Por lo tanto, el desarrollo de la capacidad de pensar, así como la transición de criaturas “no pensantes” a “pensantes”, es el resultado de un entorno más complicado. El hombre ha surgido después de que el medio ambiente llegó a su máxima complejidad (después de un período de caída brusca de las temperaturas). La exclusión del hombre del mundo animal pasó como reacción a un entorno externo peor y más complicado. El hombre sigue mejorando tanto intelectual como psicológicamente y su evolución está aún en curso.
6. Hoy en día, vemos que los cambios del entorno nos obligan a adherirnos a una interacción más estrecha con la sociedad. Por lo tanto podemos asumir que la evolución futura de la psicología humana, seguirá un camino de consolidación de las características humanas que serán transferidas a las generaciones, pero no a través de la genética como con los instintos animales, sino a través de la memoria social “externa”. Las generaciones futuras son las reencarnaciones de las generaciones anteriores; ellos recibirán los conocimientos que han adquirido antes a través de la sociedad, que preserva este conocimiento en su memoria, similar a la manera en la que los instintos se transmiten de generación en generación en el mundo animal.
7. La capacidad de adquirir y transmitir la información depende totalmente de la relación de una persona con su entorno social. Se convierte en parte inseparable de la persona y es una fuente inagotable de almacenamiento de habilidades e información que pasará de una generación a la siguiente. Además, el conocimiento no se adquiere a través de esfuerzos mentales, sino más bien mediante el grado de conexión con el entorno. Pero antes de que se establezca la unidad mutua de la persona con su entorno, es imposible determinar sus propiedades anteriores, ya que estas pueden ser socialmente perjudiciales si no se utilizan correctamente. La consolidación de los hábitos en el nivel de los instintos puede ser aplicada al otorgamiento, al amor por los demás, a una actitud positiva hacia el trabajo de beneficio social como una necesidad inmediata de cada individuo, a una mentalidad fraterna entre todos, lo que significará que la hemos adquirido a través de nuestra corrección personal en encarnaciones anteriores.
8. El proceso de la transferencia de conocimientos “instintivos” a la próxima generación, les permitirá ser moral e intelectualmente superiores a las generaciones anteriores. Se determinará la esencia de un hombre nuevo a través de su conexión armónica con la sociedad y con la naturaleza. Se delineará la formación de un nuevo tipo de entorno social.
La evolución sicológica de la sociedad del futuro, le permitirá gobernar su propia naturaleza. La misión de los educadores y profesores será una de las más importantes: Ellos serán el poder actuante de la sociedad y serán responsables de la creación de una nueva generación.
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