Usted ha definido el orden mundial moderno de la siguiente manera: “La falta de participación mutua nos ha llevado a la pérdida de un punto de referencia” ¿Es este el resultado final?
Rav: Esto es simplemente la consecuencia de nuestra incapacidad para utilizar las dos fuerzas: el otorgamiento y la recepción (que se conoce como falta de participación mutua). Esto conduce a la pérdida de un punto de referencia y no entendemos donde estamos. La falta de participación mutua significa que la fuerza de la recepción y la fuerza de otorgamiento dentro de mí no están en equilibrio y es por eso que no soy capaz de comprometerme con nadie. No entiendo donde estoy por mi falta de equilibrio interior. Esto se debe a que veo a través de mis canales de percepción, y cuando están torcidos y no están equilibrados, veo un mundo torcido y no entiendo qué está pasando con él. Esto es evidente en los funcionarios gubernamentales, economistas y banqueros que no son capaces de encontrar el camino para nuestro mundo. ¡Y no lo encontrarán! Ellos harán todo lo posible por estirar las cosas y retrasar el final tanto como sea posible. De esta manera, ellos seguirán dejándonos caer en estados aún peores hasta que millones de personas salgan a la calle y creen problemas hasta el punto de una guerra mundial, epidemias y cataclismos naturales. Esto es acerca del mundo de las fuerzas y nosotros poseemos la mayor fuerza en toda la naturaleza. A medida que equilibramos dentro de nosotros las fuerzas en el nivel humano, el nivel más alto de todo el sistema, equilibramos al universo entero, en todos los otros niveles de de la naturaleza: el animado, vegetativo y el inanimado. Esto se debe a que estamos en el más alto grado de poder y comprensión. Nosotros tenemos la capacidad para establecer el equilibrio entre las fuerzas más delicadas que existen en la naturaleza: el poder del pensamiento. Todas las otras fuerzas son más bajas que el poder del pensamiento. Estas son fuerzas muy corporales activadas por el poder del pensamiento. Este poder no es el poder de nuestros pensamientos, sino el pensamiento contenido en la naturaleza, el programa común, el motor que funciona y hace girar todo. Por lo tanto, nosotros nos encontramos en un punto especial de nuestro desarrollo. Hasta ahora, la naturaleza regía completamente sobre nosotros, y nos llevó al punto más bajo de nuestro desarrollo. Ahora, tenemos que elevarnos por nosotros mismos y adquirir la fuerza contenida en la naturaleza: la fuerza del equilibrio entre el bien y el mal, entre el egoísmo y el deseo de otorgar, entre la fuerza de la recepción y la fuerza de otorgamiento. Si logramos adquirir este instrumento que nos ayudará a combinar estas dos fuerzas, ganaremos poder sobre toda la naturaleza que hay ante nosotros. Después de todo, nosotros y la naturaleza estamos en el mismo sistema, y nosotros estamos convirtiéndonos en un elemento activo dentro de ella, en un elemento vivo, en movimiento y en un elemento desarrollado que da fuerza debida a este sistema. Podemos llamar a esta fuerza la Luz que da vida a todo este sistema. De allí se deduce que tú le das vida a todo este sistema.
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