¿Qué tiene usted en mente cuando habla de una vida por fuera del cuerpo?

Incluso ahora estamos viviendo por fuera de nuestros cuerpos. Vivo en mis sensaciones, deseos y pensamientos recibidos del entorno. No son míos sino obtenidos por mí del entorno que me rodea. Por supuesto, ellos existen dentro de mí, pero lo llamo “fuera del cuerpo” porque vivo mediante los intereses recibidos de otros que causan una impresión en mí y me aconsejan para qué vale la pena vivir, qué pensar y qué sentir. Ni siquiera me doy cuenta de que si hubiera vivido en una selva, mi entendimiento del mundo sería completamente diferente del que tengo ahora. Es como si el entorno me diera un punto de vista diferente del mundo y me forzara a percibirlo de una manera y no de otra. Y en realidad, este es un gran problema. Supón que mi entorno me hace pensar que ser un caníbal, o matar personas, o tomar ventaja de ellos es normal, mientras que tú ves la vida completamente diferente. Tienes una actitud completamente diferente hacia los animales, hacia ti mismo, hacia el mundo y la familia. Vivimos dentro del modelo de percepción que la sociedad inculcó en nosotros a lo largo de nuestro desarrollo y de acuerdo a esto vemos al mundo. Cuando viajo a un país diferente, algunas veces realmente me llama la atención que las personas ahí piensen completamente diferente y se vean atraídas hacia diferentes valores. Por lo tanto tienen otra forma de ver las cosas, y no ven lo que yo veo. Juzgan a las personas de forma diferente a mi forma de juzgar. Y si nos familiarizamos con libros de historia o códigos de leyes de diferentes países, sólo veremos cuán diferentes somos. Ni siquiera estoy hablando de diferencias culturales o de tipos de cocina. Estoy interesado en la visión del mundo de la persona y no con qué le gusta llenar su estómago. Lo importante es el entendimiento que tiene la persona de los eventos históricos, de la vida humana, del bien y el mal, su actitud hacia la recompensa, el castigo, qué debe lograr uno, qué tipo de vida uno desea construir para sí. Algunas personas están preparadas para pasar día y noche jugando cartas y disfrutando de que otros les sirvan, mientras que para otros es importante realizar sus contribuciones donde sea posible, interesarse en los logros de la ciencia, revelar algo nuevo para sí mismos. Los puntos de vista en tales cosas pueden fluctuar de un extremo a otro. Vemos que el problema de la sociedad es que no nos entendemos mutuamente ¿Por qué las esposas acostumbran quejarse de sus esposos? “¡Tú no me entiendes!” Y en realidad este es el caso porque realmente no recibimos una formación acerca de cómo vivir en una familia.
Cuando era adolescente, no se me educó acerca de lo que es una mujer ¿Es algún ser viviente que existe a mi lado? ¿Tiene ciertas demandas, una personalidad única? ¿Qué visión de la vida tiene una mujer en comparación a la de un hombre? Una mujer es un mundo completamente opuesto, que no depende de nadie ¿La entiendo? ¿Deseo entenderla? ¿La tomo en cuenta? ¿Soy capaz de hacerlo?. Ya que no hemos recibido ningún modelo interno de lo que es una mujer, qué tipo de mentalidad tiene y cómo ve el mundo, no tenemos ninguna habilidad para tomarla en cuenta. Un hombre en realidad no la entiende y es por esto que cada uno de sus encuentros abunda en ataques mutuos. Ellos tratan de convivir bien de alguna manera, pero no son capaces de entenderse en realidad, es decir, de llegar a estar incluidos el uno en el otro. Y este es un gran defecto en nuestra formación. Las estadísticas de los divorcios y aquellos que no están dispuestos siquiera a iniciar una familia dan fe de esto. Vemos una situación similar en la educación infantil: No sabemos cómo abordar a un niño de forma apropiada. Sabemos que existe un incremento en los casos de abuso infantil y todo es porque los padres no los entienden. Con respecto a mis propios hijos, yo he sentido hasta qué punto no los entiendo, cuán poco preparado estoy para ser padre. Después de todo, un padre es un educador, un creador, alguien que forma a sus hijos para la vida que les espera. Pero no fui capaz de hacer eso debido a que ni la sensación ni el entendimiento de todo lo que incumbe a los niños, fueron desarrollados en mí en absoluto, mientras que esto es absolutamente necesario enseñarlo.