Pregunta: ¿Cómo podemos explicarle esto a una persona que no estudia Cabalá?
Rav: El deseo de recibir es material. Un átomo consiste de partículas que son en realidad energía, o en otras palabras el deseo de moverse. Si una partícula no se mueve, desaparece. Las partículas son en realidad energía, luz. Interactúan entre si, conectándose y creando diferentes conexiones. El deseo colectivo es formado mediante esta conexión, de acuerdo a las cuatro fases o los cuatro tipos de naturaleza: inanimada, vegetativa, animada y hablante. Todo es deseo. Puede ascender y descender, se divide en “más y “menos”, pero su esencia no cambia. Las imágenes de la materia a las que estábamos acostumbrados no corresponden con los conceptos científicos y no sólo de la física cuántica, sino también de los conceptos que tratan con la percepción de la realidad. De una manera u otra, es claro que la materia es energía. Esto también tiene que ver con nosotros y con cómo nos percibimos a nosotros mismos. Por supuesto, no todos pueden entender esto, pero al menos creerán en la evidencia científica. Percibimos muchas cosas en la vida como hechos sin tomarnos la molestia de revisarlas. Entonces si toda la creación es un deseo de recibir, podemos hablar acerca de la similitud, diferencias, cercanía y lejanía sólo en términos del deseo de recibir. Los deseos iguales están juntos. Mientras más difieren, más lejos están el uno del otro. Los deseos opuesto son infinitamente distantes el uno del otro-de la adhesión todo el camino hasta la oposición total y todos los otros estados intermedios. Todo es medido de acuerdo al deseo. Esto significa que nuestro trabajo es simple. Debemos hacer una inspección de los deseos y en correspondencia movernos hacia adelante. Como un psicólogo, me veo desde un costado, examinando mis deseos desde fuera, revisando sus parámetros: ¿Qué formas de deseo existen en mí, hasta qué punto me controlan y hasta qué punto los controlo? De acuerdo a nuestro nivel actual de entendimiento, yo determino la forma adecuada y la equiparo con la forma actual. Más tarde busco una forma de moverme de la forma actual del deseo hacia la forma deseada. Los cabalistas dicen que podemos hacerlo con la ayuda de la Luz que Reforma. Esto significa que tengo que determinar mi estado actual como no deseado y el estado futuro como bueno y deseado. La distancia entre los dos estados me causa un gran dolor y al mismo tiempo convoca un anhelo en mí y me permite esforzarme en el grupo. Todo está determinado por la relación entre lo deseado y lo que es. Descubro la amarga verdad en el estado actual y anhelo el próximo estado y la Luz superior hace su trabajo, ya que es la Luz la que debe hacerme pasar por los cambios necesarios con el fin de llegar a las nuevas formas más avanzadas de deseo. Entonces es un método simple, aun cuando existen muchos componentes para este: el grupo, el maestro, los libros, la grandeza del Creador, el estudio, la imagen de la realidad, los mundos, etc. Eventualmente, si le atribuimos todo esto a la exterioridad, permanezco en mi estado presente, el cual debo ver como insoportable y el próximo estado como maravilloso el cual si no lo alcanzo, entonces mejor estar muerto que vivo ¿Y dónde está la Luz? Esta viene del grupo, ya que el próximo estado es la esencia de la conexión en el nuevo nivel. Esas conexiones me hacen actuar.
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