
Rav: Desafortunadamente, nosotros no podemos gritar. Sin embargo, observamos este fenómeno, incluso en aquellas personas que están tomando los cursos de formación integral con nosotros. Cuando están interactuando entre sí, ellas sienten un ascenso. Cuando se mudan temporalmente de la interacción con los demás, ellas sienten un descenso en el que sienten el vacío y la ausencia de cualquier energía de movimiento, de energía interna, de pensamiento. Sin embargo, la integración con los demás les produce de inmediato un ascenso, un influjo de una nueva fuerza, aparecen oportunidades para el análisis de lo que está sucediendo. Vemos esto claramente. Por desgracia, encontramos con una actitud apática de las personas de todas partes con respecto a lo que está pasando. Ellas envían una persona que se encuentra en un estado de depresión a los psicólogos y le dan algún tipo de medicamento, antidepresivos y así sucesivamente. Esto quiere decir que ellas creen que uno debe luchar contra este, sin entender que uno no puede luchar contra la naturaleza. Y esta tendencia continúa desarrollándose. Esto ya está siendo observado claramente por la joven generación, por no mencionar la generación adulta. Cómo podemos salir a los amplios círculos de la sociedad, ¿a través de los niveles superiores o de los inferiores? ¿Cómo nos acercamos a la clase media sin llevarles la información a través de los medios de comunicación o de los atractivos elementos de las creencias y expresarles nuestros métodos? Esto no es simple. Estamos tratando de movernos en diferentes direcciones, pero no podemos decir que lo hayamos logrado aun a gran escala. Todo reposa en el hecho de que la gente no quiere estos cambios. Es muy difícil para ellos hacer una transición de su egoísmo lineal al público, cerrado. La persona se recostará en el sofá y no será capaz de ponerse de pie, incluso si se le dijera que mañana habrá una guerra. Que ocurra la guerra, yo solamente reposaré aquí. Tenemos que convencerla de que si ella hace un pequeño movimiento hacia adelante, estará sentada en un círculo con los demás, entrará en un nuevo método de socialización, entonces, recibirá deseos totalmente diferentes, pensamientos totalmente diferentes de un nuevo orden, que ella comenzará para volar en comparación a su estado anterior. Pero para la persona esta transición es puramente psicológica. No podemos hacerla por ella, y ella no es capaz de hacerla. Tiene que suceder como una especie de cambio interno. En sentido estricto, ella debe ser “atacada” por el grupo, que éste la sacuda, que la lleve al colectivo por la fuerza y le transmita su nueva inspiración. Algo tiene que suceder porque el hombre no puede salir de este desagüe por sí mismo.
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