Rav: Yo tengo vasijas, lo que significa deseos en el corazón. En estas vasijas, yo recibo para otorgar y por eso realizo una acción de otorgamiento. Al igual que el Creador otorga sobre mí, yo otorgo sobre Él. Pero ¿por qué realizo la acción de recibir para otorgar? Porque sentí vergüenza, una brecha entre Él y yo. Esto me evoca la necesidad de otorgar con el fin de otorgar y luego también la necesidad de recibir con el fin de otorgar, para parecerme a Él. Al actuar con el objetivo de parecerme a Él, lleno mis vasijas con el placer de otorgar sobre Él y al mismo tiempo lleno la vergüenza, la brecha entre nosotros y así logro adhesión. Hay dos deficiencias que son parte de este proceso:
1.El Creador creó la deficiencia en mí para recibir y disfrutar. Yo la lleno para que Él reciba y disfrute.
2.La segunda deficiencia es el resultado de la vergüenza. Yo me restrinjo y lleno mi deseo con el alcance de la esencia del Creador mismo. Me vuelvo igual a Él y alcanzo la adhesión.
El Creador se representa ante mí como unPartzuf espiritual que está hecho de un “cuerpo” y una “cabeza”. Abajo llegamos a ser iguales a Él en los “cuerpos”, en Su deseo de llevar la bondad a los seres creados y en mi deseo de recibir placer. Arriba nos volvemos iguales en las “cabezas”, lo cual significa en las intenciones. Por lo que la adhesión se forma realmente arriba.
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