El capital de la madre

Usted dice que en las extraordinarias circunstancias actuales, necesitamos la ayuda de las mujeres. ¿Qué tipo de fuerza es esta, sin la cual no seremos capaces de arreglárnoslas?
Rav: Alguien dijo una vez que detrás de cada hombre exitoso hay una mujer. Al parecer, cuanto más grande sea su éxito, por decirlo suavemente, más seria es la aproximación de ella. Así que, me gustaría pedirles a todas nuestras mujeres, aquellas cuyos maridos estudian con nosotros y a las solteras, que en cada oportunidad les muestren a los hombres que las mujeres esperan que de ellos provengan la unidad y la corrección. Que ellos vean que en cada mujer existe una gran ansiedad que amenaza su vida, para que podamos superar la situación actual y corregirla. Cada mujer tiene que demostrar esto. Y en la familia, por supuesto, el efecto máximo se alcanza cuando el marido siente que su esposa está esperando de él acciones espirituales reales. Es importante que cada mujer haga esfuerzos. Después de todo, las mujeres tienen un talento especial que le permite, incluso sin palabras, a nivel de las sensaciones, despertar a los hombres para predisponerlos en el deseo y enviarlos en la dirección correcta. No se trata sólo de una propiedad de la mujer, sino de la madre. Un hombre, al no ser capaz de dar a luz, sigue siendo de “niño” de alguna manera y por lo tanto tiene la tendencia opuesta, obedecer. Por lo tanto, nosotros, los hombres, necesitamos realmente el apoyo de las mujeres.
Pregunta: Por naturaleza, la mujer siente una necesidad característica. ¿Hacia dónde debería estar dirigida esta necesidad hoy en día?
Rav: El mundo está en crisis y esta crisis ha surgido para que nosotros la corrijamos a través de la unidad. En primer lugar, nosotros nos unimos en grupos, luego en el pueblo de Israel, en el “territorio” de donde proviene la Luz que Reforma y después en el mundo entero. Debemos cuidar de que la corrección se extienda en este orden. Una esposa requiere esto de su marido y en general, cada mujer de cada hombre, suave pero persistentemente. Ellas saben cómo hacerlo