Imagina que estás
sentado con ellos en un círculo de diez hombres. ¿Cómo los sientes, cómo cooperar mutuamente con ellos? ¿Por qué lo haces así? Ve y aclara las relaciones
que hay entre ustedes y no detengas las discusiones puesto que este es el patrón
del alma que más
tarde crecerá hasta llegar al Ein Sof (Infinito). Eso es todo. Es allí, dentro
las relaciones que tú aclararas, donde descubres todas las diez Sefirot, toda la
red de los mundos; todo esto está allí entre ustedes. Tomemos por ejemplo la conexión mutua entre tú y
yo y el sistema general. Si nosotros nos unimos, yo alcanzaré el Ein Sof, es
decir que no existen fronteras entre nosotros, que estamos juntos. Ahora hay cinco mundos que nos separan: Assiya,
Yetzira, Beria, Atzilut y Adam Kadmon. Al acercarme a ti, yo subo los niveles de
estos mundos hasta que reduzco la distancia a cero y entro en el mundo de Ein
Sof.
Todo comienza y termina aquí, en la conexión entre las almas. Eso es todo. La maravilla es que si
tú estás cerrando realmente la brecha con alguien más, sin mentirte a ti mismo,
entonces también estás acercándote a todos los otros miles de millones. Es
exactamente igual. Esto se debe a que nosotros estamos en un sistema integral, analógico y por lo tanto todas las demás
conexiones se centrarán en la conexión entre tú y yo. Todo el sistema se
desplegará tu amigo, al cual quieres acercarte y tú.
Un sistema analógico es como una imagen
holográfica, cada detalle en ella se compone de todo lo demás. Como resultado de
esta totalidad, tú tendrás que corregirlos a todos y determinar tu actitud hacia
todas las almas con el fin de conectarte con tu amigo más cercano. Así que no abandones la imagen general de la
unidad, permanece en ella, sigue adelante con el taller y tendrás éxito. Es el
taller el que te proporciona el trabajo mutuo. Los amigos pueden despertarte y
hacerte ver cuán importante es la meta y proporcionarte el combustible. Ellos te
ayudan y tú les ayudas a ellos. Tú quieres y tienes que justificar al amigo, sin
importar cómo te parezca él a ti y tú debes continuar este trabajo tanto como
puedas, incluso internamente, con otras personas.
Pregunta: Entonces, ¿Para qué
existe ellos? ¿Por qué no puedo pasar toda mi vida en un círculo de amigos?
¿Podría ser que los demás son simplemente interrupciones que yo debería
ignorar?
Rav: No, tú también debes trabajar
con ellos, pero de manera diferente. Tienes que aceptar todas las condiciones
externas como correcciones del alma, las correcciones de las conexiones con
otras personas. Incluso si trabajas como guarda forestal en la selva, donde no
hay gente, aun así tienes que aclarar tus relaciones mutuas con la humanidad:
“¿Por qué estoy haciendo esto?” Con ello tú estás “sintiendo” y aclarando tu
propia alma. Nosotros debemos ver una red a través de la cual
entramos en espiritualidad en cada una de las situaciones en este mundo. Tú no
puedes alejarte de todos y estar sólo con el grupo. De una u otra forma, tenemos
que estar conectados con todo entero, y especialmente en nuestros tiempos en los
cuales tenemos que corregir a todo el mundo. Así que tú debes trabajar, debes casarte, tienes
que estar conectado con el mundo e incluirte en su sufrimiento. Entonces, como
se nos dice, serás recompensado con la comodidad del público. Además, si te vuelves hacia las personas con el
fin de llevarles el método de corrección, en la forma que sea, al hacerlo tú
eres incorporado en ellos lo suficiente como para que puedas continuar el
trabajo interno. Esta es simplemente una oportunidad maravillosa para salir de
ti mismo y entrar en las masas con el fin de incluirlas posteriormente en el
proceso de corrección de la conexión entre nosotros.
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