Pregunta: Siento que este es un nuevo estado en el cual aún no sé cómo pedir. Es como si hubiéramos tocado algo, pero aún no lo hemos procesado lo suficiente como para poder cumplir en realidad con ello.
Rav: No se les pide que
pongan su petición en palabras lindas y elaboradas. Un padre entiende un simple
llanto.
Pregunta: Entonces ¿porque no lo
hemos pedido?
Rav: Porque ustedes no
pueden unirse y apoyarse mutuamente. Aún hay diferentes cálculos que los
controlan: vergüenza, falta de disposición; en pocas palabras, todavía no hay
verdadera decisión, en la cual ustedes simplemente den el paso sin ningún
cálculo.
Pregunta: ¿De dónde viene la
vergüenza que no me deja dar el paso? Hablamos mucho de cercanía y unidad, pero
sé que aún hay ataduras en mi corazón, limitaciones que dictan qué está
permitido y qué está prohibido.
Rav: Esto se debe a que el
Creador aún está
lejos de ti; por el momento no sientes que está cerca. Tienes que tratar más
fuertemente de imaginarlo a Él en la forma de la unidad en el grupo, que es en
realidad lo que hemos comenzado esta semana. El “Creador” es la esencia del
resultado de la unidad. Por esto tenemos que pedir y hacia esto tenemos que
volvernos. En cualquier caso, necesitamos un clamor, una plegaria, una
petición, que esté libre de cualquier cálculo. Si no pueden alcanzar eso
significa que aún están lejos del Creador y que el Creador está lejos de
ustedes. Pero todas las quejas también están justificadas
y son de ayuda. Mientras más se quejen mejor. Estas quejas llevarán al cálculo
correcto y adecuado. Pienso que esta vez hemos dado un gran paso hacia
adelante. No es sólo un paso; en realidad hemos entrado y hemos profundizado en
las clarificaciones, abriendo mucho nuestros corazones, aunque no hemos retirado
su cáscara con un “cepillo de hierro”. Esta es en realidad una buena aclaración:
hemos comenzado a sentir, a tener sensaciones, a observar dónde está realmente
esta unidad, cómo
descubrimos el AHP del superior, un nivel elevado, cómo nos
identificamos, cómo identificarlo, cómo nos adherimos todos a éste para que nos
eleve, y cuál es la relación que tenemos con él. Hemos atravesado muchas cosas que se relacionan
con la conexión
y la unidad y aun cuando parecen sublimes, distantes, y abstractas,
gradualmente se solucionarán en nuestra sensación. Entonces será más fácil para
nosotros acudir a ellas y cumplir con ellas. Pienso que ésta convención es muy profunda y nos
ha traído a la clarificación más profunda e intensiva. Está destinada a las
personas que en realidad están a dos pasos de entrar a la espiritualidad. Estoy
muy feliz de que gracias a la sensación en el grupo de aquí y del grupo mundial,
yo pueda hablar de una forma en la que nunca había podido hablar.
Pregunta: ¿Cuál debe ser la
petición correcta?
Respuesta: “¡Ábrenos la
puerta!” Es en el momento que sientes que todas las
puertas están bloqueadas, que todas las puertas están cerradas, que clamas. Esta
es la puerta número 50, el estado deseable del que hablamos y leímos tanto.
Ahora la están sintiendo en la práctica y sólo falta la plegaria colectiva, la
presión, la persistencia. Traten, hagan un esfuerzo, esto vendrá. Estoy muy feliz por los estados por los que hemos
pasado.
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