Si nosotros nos hubiéramos preparado con anticipación
para el descenso, ahora podríamos decir que hemos hecho mucho, que nos
preparamos para ello. Pero resultó que esto es más fuerte que nosotros.
Llevamos a cabo tanto como pudimos con el poder que construimos por adelantado
y aun así, por un momento no pudimos sostenernos y sucedió. Pero ya podremos
aclarar nuestros puntos débiles y entender por qué sucedió El Creador nos hace “viajar” hacia alguna parte,
pero ¿por qué? Puede que Él quiera mostrarnos las deficiencias en un nivel
diferente, más avanzado, más profundamente en la creación. Pero nosotros no
aprendimos nada y simplemente caímos muertos. En realidad no hay un ascenso sin un descenso,
así que tenemos que seguir siendo leales unos con otros, como las células en un
cuerpo en el que cada célula es responsable por todas las demás las células y si
todas las otras células no son responsables de ella, esta morirá. Puede ser como un tubo de oxígeno entre nosotros.
El tubo llega hasta mí después de pasar previamente a través de un millar de
amigos, es más, nadie sabe quiénes son ellos exactamente. Alguno puede cerrar el
grifo sin que alguien se dé cuenta, y el oxígeno no llegará hasta mí y por lo
tanto moriré. El grifo es nuestra falta de atención, la falta
de deseo. Podemos
abrir más la válvula o cerrarla, todo depende del deseo del amigo con respecto a
mí: ¿Piensa él en mí y sobre todo en el sistema? Si añade tal deficiencia, la
válvula se abre y si disminuye y desaparece la deficiencia, la válvula se
cierra, se obstruye la tubería y nos morimos todos. ¿Entiendes tú que todo el mundo se muere por tu
culpa? Todo esto es debido a que la válvula del corazón está cerrada. Pídele al
Creador que te ayude, que se convierta en tu socio si los amigos están muertos y
no pueden ayudarte. Vuélvete hacia el Creador para que te ayude como si lo
hicieras con otro ser humano. Por lo menos Él puede ser como un ser humano.
Pregunta: ¿Podemos dirigirnos
hacia el Creador como si lo hiciéramos hacia un ser humano?
Rav: No estás temeroso de
maldecirlo a Él, ¿Lo estás? Así que ¿por qué no puedes acudir a Él como a otro
ser humano para que Él intervenga y te ayude? ¿Crees que está prohibido?
Vuélvete hacia Él y dile: “¡Te pido que me
ayudes! ¡Vayamos juntos del grupo y resucitemos a los muertos para que puedan ser
resucitados!” Dilo varias veces en tu corazón y verás lo útil que esto es.
El Creador está dispuesto a trabajar contigo y a
cooperar contigo en todo. No hay nada que te lo impida. Tú puedes acudir a Él en
cualquier momento, con cualquier demanda. Sabemos que la petición para Él debe pasar a
través del grupo porque de lo contrario no será escuchada, pero esto es cuando
el grupo esté listo para responderte y trabajar mutuamente contigo. Si no tienes
otra opción, vuélvete directamente hacia el Creador para que Él vaya contigo a
Faraón. No esperes a aquellos que están ocupados con las ollas llenas de carne y
que están llenos de la cebolla y el ajo.
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