En uno de los artículos de su blog decía: “Después que las personas
están en total desesperación sobre todo lo que han intentado, podemos
hacerles saber que tenemos un método que les dará salud, control,
respeto, dinero y
así sucesivamente. Ellas tendrán todo lo necesario en este mundo, un
Jardín del Edén en la Tierra, pero para ello, ellas tienen que
conectarse”. ¿Cómo podemos explicar esto, si, a pesar de todos nuestros esfuerzos para conectarnos, todavía no tenemos nada?
Dr: Laitman
La persona no puede hacer ninguna acción espiritual si no está “en
completa desesperación con respecto a sus propios actos” y no le grita
al Creador cuando ella está en el último nivel y con un poco más, caerá
de allí a un abismo. Sólo entonces le llega la salvación del Creador. De
lo contrario, ella no tiene una “vasija” (recipiente) que esté listo. ¿Cómo podemos lograr esto en este mundo?
Si no hacemos nada, entonces el Creador nos enviará golpes, la Luz
brillará sobre nosotros todo el tiempo y nos sentiremos cada vez más
opuestos a Él, es decir, en estados cada vez peores. Este es el camino
del sufrimiento. Hasta que no lleguemos a un estado terminal de muerte
por este camino, no podemos apartarnos de él. Pero podemos alcanzar
conscientemente un estado de necesidad de recibir ayuda del Creador, sin
llegar a un estado de impotencia. ¿Cómo lo alcanzamos conscientemente?
Cuando yo me siento opuesto a la Luz. Todo depende de las condiciones en las
que la persona se encuentra. Supongamos que yo nací en un pueblo pobre
en África y me dan media taza de arroz y cien gramos de pan por día. De
repente, llega un grupo de personas de las Naciones Unidas y comienza a
distribuirles a todos un kilo de pan y una botella de leche, diciendo
que si los niños
se portan bien, entonces ellos les darán alimentos. Aquellos que
coman bien también verán una película. Es decir, se revela un mundo
completamente diferente, condiciones completamente diferentes. ¿Puedo yo obtener condiciones como
estas? Cuando vivía en una aldea en África un kilo de pan por día me
parecía como el Jardín del Edén. Pero si yo me encontrara en alguna
nación avanzada, entonces, si el día no termina con una visita con
amigos a un restaurante, este es un día perdido. Me encuentro aún más deprimido que durante el tiempo en que sólo tenía un kilo de pan por día en el pueblo africano. Es decir, todo depende de las
condiciones en las que la persona se encuentra. Por lo tanto no hay un
significado absoluto de los sufrimientos. Yo soy una persona común, está bien. De
repente me gano un millón de dólares en la lotería. Reviso los números
diez veces, todo está en orden, todo está de acuerdo a lo que aparece en
el periódico. Me “salen alas”. Al final de la semana ellos entregan los
premios, yo llego y me informan que hubo un error en el periódico. ¿Qué
puedo hacer? Me encuentro en la desesperación absoluta, pero esto es
artificial, porque antes yo no tenía nada. La desesperación apareció
como resultado de la idea de que gané la lotería, pero se me explicó que
esto fue un error. Es decir, nosotros podemos llevarnos a
un estado como éste artificialmente, en el que yo estaré sumamente
deprimido porque anhelaba mucho alcanzar la Luz Superior y no la tengo.
¿Cómo puedo hacer esto? Con la ayuda del entorno. ¡Con la ayuda de los
amigos con los que puedo acelerarme tanto yo mismo, que grito que quiero
esto ahora y de inmediato! Junto con esto alcanzo una clara
conciencia de que no obtuve nada más que “un puñetazo en la boca”. Depende de nosotros el hacernos esto a
nosotros mismos. No es fácil. Ciertamente tenemos que volvernos un poco
infantiles, ¡pero llegaremos a un estado de gran deseo, en
consecuencia, a un estado de inmensa desesperación de nuestras “propias
fuerzas”, le exigiremos al Creador que aquí Él debe ayudarme! ¡Él no
tiene otra opción, porque yo estoy exigiéndole esto! Depende de nosotros
el hacerlo realmente y el querer y desesperarnos verdaderamente.
Entonces todo será exitoso.
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