Yo
mismo no soy capaz de justificar que mi padre fuera estricto conmigo.
Inicialmente, estoy inmerso en mi vida “animal” si me siento mal, la
fuente de este mal es automáticamente mala ante mis ojos. No me gusta,
hasta tal punto que la odio. Por lo tanto, la pregunta es, ¿cómo
puedo evaluar de manera diferente? En principio, esto es imposible. Yo
he sido creado así. El deseo egoísta me obliga a huir del sufrimiento
y a buscar el placer. Entonces, ¿qué quieren de mí? ¿Cómo puedo mostrar
una actitud dirigida hacia la meta con respecto a los problemas y en
esencia, evaluar objetivamente a aquel que me que los envía? ¿Cómo puedo
darme cuenta de que Él trabaja en mi naturaleza, deseando que crezca
algo más grande dentro de mí, para que en vez de un “animal”, salgan de
mí un ser humano?
Para ello, yo necesito una nueva mente y
un nuevo sentido, además de los antiguos que sólo miden el placer y el
sufrimiento. Hasta ahora, como todos los egoístas de este mundo, solo he
estado aprendiendo cómo lograr placer, sacar provecho de ella y por
el contrario, huir del sufrimiento en la medida de lo posible y
protegerme al máximo. Estas son las normas egoístas de nuestro mundo.
Aquí, el éxito lo logra los más fuertes, más ricos, más astutos, esas
personas están orgullosas de haber tenido éxito en la vida simplemente
porque saben cómo evitar el mal y alcanzar el bien. Entonces, no tengo fuerza para hacer que
crezca algo más grande dentro de mí. Para esto, yo necesito una chispa
del grado llamado hombre (Adam) para poder desarrollarme hacia un
nuevo nivel en relación con el Padre. Él me envía problemas y yo tengo
que ser consciente del enfoque que tienen estos. En nuestro mundo, mi padre es estricto
con respecto a mí, para que en el nivel material yo aprenda a obtener
placer y a evitar el sufrimiento. Esto no es más que entrenar al
“animal”. Por otro lado, para el progreso espiritual, necesito una chispa del siguiente grado superior. Esta chispa es llamada el “punto en el corazón”. Además, necesito personas que
transmitirán este mensaje: El entorno que me ayude en el camino, me
apoye y refuerce mi comprensión de que mis problemas están orientados
hacia la meta. Entonces, no caeré en rebelión ciega bajo el peso del
sufrimiento, no culparé al Padre que los envía, y en cada paso,
interpretaré correctamente nuestra relación. Entenderé que Él hace esto
para dirigirme contantemente hacia la meta y no importa qué me envíe Él,
problemas o placer. Por lo tanto, la relación entre el Creador, el ser creado se construye en el nivel de la naturaleza
inanimada, vegetativa, animada y luego, más en un nivel más elevado,
en el nivel humano. Para esta etapa crucial de desarrollo, necesitamos:
- La chispa inicial, el punto en el corazón.
- Un maestro que pueda explicarme por qué el Creador me trata tan mal a nivel material y con qué meta me dirige Él, como un padre que toma medidas estrictas para preparar a su hijo para la universidad.
- El entorno que elevará constantemente la meta ante mis ojos, el cual me dice cuán importante es entrar en esta universidad y cuanto me ama mi padre, que me envía problemas por su amor. En este entorno yo veo ejemplos de mis amigos y puedo seguir el camino junto con ellos. Estamos avanzando, al construir un grupo de estudiantes de un mismo Padre y del mismo maestro, uno para todos nosotros.
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