Nosotros queremos otorgar, pero no podemos. Es como si algo nos
detuviera y no nos lo permitiera. Este algo es una revelación de las
propiedades de juicio, una restricción. Sentimos estas propiedades en la
planificación para hacer buenas obras. Nuestras malas acciones, por el
contrario, no tienen límites. Podemos ser tan malvados como queremos
serlo. Sin embargo, con respecto al otorgamiento,
esto un gran problema. Tan pronto como nos preocupamos con alguna buena
acción desinteresada, inmediatamente tenemos dudas, cálculos,
condiciones y límites. Nosotros simplemente somos incapaces de compartir
o dar algo. Esto es lo que significan las propiedades del juicio.
Pregunta: ¿Cómo podemos ser librados de estas restricciones? Después de todo, en esto piensan las personas durante Rosh HaShaná y Yom Kippur.
Dr: Laitman
Si el pueblo de Israel realmente quiere eliminar estas restricciones,
ellos deben pedir la liberación de las fuerzas que les impiden realizar
buenos actos y que les impiden hacer el bien y amar a sus vecinos, si
nosotros hubiéramos llorado por nuestra incapacidad para vivir en un
estado de garantía mutua, para mantener un ambiente de hermandad y amar a nuestros amigos, hoy en día todo sería diferente. Sin embargo, la situación es ésta:
Nuestro pueblo es rechazado, odiado y está rodeado de enemigos por
todos lados. El mundo entero está contra nosotros y las acusaciones son
vertidas sin descanso desde todos los lados. Otras naciones son
perdonadas a pesar de que sus crímenes atroces a menudo ni siquiera
aparecieron como titulares. Sin embargo, Israel
se encuentra en el centro de un ojo vigilante, e incluso los más
pequeños errores provocan gritos de indignación en todo el mundo. ¿Por
qué es así? Si el pueblo de Israel no se adhiere a
las verdaderas cualidades de juicio, a ellos se los restringe. Ninguna
apela a la justicia les ayudará. Por algo que otros podrían ser
levemente criticados, Israel será culpado, juzgado y castigado. Esto
ocurre debido a que esta nación tiene una misión especial y en
comparación con las demás es inútil. Sin embargo, el pueblo no entiende esto.
Cuando ellos oran por algo para el próximo año, ellos no piden por el
otorgamiento, sino que piden buenas ganancias. Es por eso que incluso
los problemas más grandes nos esperan durante el próximo año.
Enfrentaremos cualidades de juicio mucho más duras que serán fuertemente
agravadas por el “tiempo del Mesías”, que ya ha llegado, en el que
tenemos que aspirar a la unidad
y a la conexión mutua. La naturaleza (el Creador) nos obliga a unirnos y
a demostrarle nuestra unidad al mundo entero. Sin embargo, en nuestras
oraciones al Creador, nosotros le pedimos que llene nuestros bolsillos
personales en vez de pedirle que llene nuestra vasija común. Necesitamos
dinero y poder. ¿Durante cuánto tiempo más continuará esto?. Si quisiéramos otorgar pero careciéramos
de esta habilidad, nosotros sentiríamos restricciones internas,
nuestros propios defectos que nos impiden dar. Entonces, podríamos
recibir la Luz que Reforma. La principal oración en Rosh HaShaná es ver al Creador en el trono. Sin embargo, ¿qué es “el Creador” si no es el atributo de otorgamiento y amor? ¿Realmente elevamos esta propiedad para sentarla en el “trono”? ¡Por supuesto que no! Nosotros apreciamos valores diferentes. Este proceso toma tiempo, pero ya no
podemos esperar más. Tenemos que educar e iluminar a las personas puesto
que ya ha llegado el momento.
Hasta el momento, nosotros hemos
aceptado los requisitos del Creador en nuestra cuenta personal. Pero,
por cada día nos retiramos de ellos cada vez más
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