Todos los animales de la faz de la tierra pertenecen a alguna de estas dos partes. Las Escrituras nos permiten consumir animales que pertenezcan a las diez Sefirot de santidad, y prohíbe comer los animales que forman parte de las diez Sefirot de iniquidad. Naturalmente, no estamos hablando de la
iniquidad en este mundo, ya que cualquier cosa que se considere
iniquidad aquí es sólo un impacto psicológico en las personas y nada más
que eso. La prohibición de consumir cierto tipo de animales se debe a
las raíces espirituales. Las raíces espirituales tienen tanto
lados egoístas como altruistas. La parte egoísta es llamada impura o
perjudicial, es decir, no está limpia de las inmundicias egoísta. Al
mismo tiempo, las propiedades inanimadas, vegetativas, animadas, hablantes basadas en el otorgamiento, amor por nuestros vecinos son
llamadas puras y corregidas y son adecuadas para su uso posterior. En la corporalidad, sólo cierto tipo de
huellas de las cualidades superiores son consideradas impuras. Sin
embargo, todas ellas son sólo condicionales. Digamos que está prohibido
comer carne de cerdo o carne de camello, ya que son impuros. Este hecho
puede explicarse por la noción de que las fuerzas superiores que
corresponden a estos animales son de una naturaleza egoísta. Otras fuerzas superiores que se les
asemejan, por ejemplo, un pollo, una cabra o una vaca son altruistas.
Estos animales tienen signos especiales que funcionan como huellas de la
espiritualidad en ellos. En el mundo superior, a fin de convertir el deseo (Maljut, la propiedad de recepción) en una cualidad altruista, este deseo tiene que conectarse con Bina (la intención de otorgar). Es por eso que los sistemas digestivos
de la mayoría de los rumiantes simbolizan la recepción en aras del
otorgamiento. El tracto intestinal de estos animales y la forma en que
consumen alimentos consiste en rumiar, eructar, rumiar y eructar. Es
similar a “Maljut Bina, Maljut Bina“. Obviamente, no hay nada espiritual en
estos rumiantes, pero su modo de consumo de alimentos es una
consecuencia física derivada de las propiedades superiores. Este es el
primer punto.
En segundo lugar, la intención de
otorgar y el deseo de recibir existen de forma separada y representan
las líneas derecha e izquierda. La recepción está limitada a la cantidad
de la intención de otorgar que tenemos. Es por eso que las pezuñas de
estos animales representan una división de las líneas derecha e
izquierda. Esto explica por qué sólo los animales que tienen pezuña hendida y un tipo específico de sistema digestivo son considerados Kosher en este mundo. En cuanto a los animales acuáticos, sólo los peces que tienen aletas, escamas, lo cual simboliza la pantalla, son considerados Kosher. Hay ciertas restricciones en el consumo de las aves y ellas también se derivan de las raíces superiores. La Torá enumera concretamente los
representantes de la fauna que portan en ellos el así llamado “sello
Divino”. Se nos dice: “Sepan que yo los creé; Yo no creé nada del mismo
tipo. Ustedes nunca lo encontrarán”. Curiosamente, la Torá tiene tres mil
años de antigüedad y cuando tratamos de encontrar algo que no haya sido
mencionado en ella, no tenemos éxito. Tal cosa nunca se ha encontrado
hasta ahora. Todos los deseos inanimados,
vegetativos, animados y hablantes del reino espiritual se
materializaron en este mundo a través de los objetos o fenómenos
físicos. Cada uno de estos niveles va acompañado de los requisitos
específicos que han ido mejorando de nivel en nivel. En el nivel inanimado, no es posible
consumir nada en absoluto. Prácticamente todo lo que se utiliza en este
nivel es la sal, el agua y el suelo (hay cierto tipo de suelos que son
adecuados para el consumo).
En el nivel vegetativo, también existe un tipo especial de Kashrut. El Kashrut es
sinónimo de idoneidad de los productos que simbolizan los diferentes
tipos de deseos. Prácticamente todas las plantas se consideran
comestibles. Sin embargo, hay una regla que prohíbe el consumo de frutas
durante tres años después de que un árbol comience a dar sus frutos.
Sólo después de tres años consecutivos de fructificación pueden las
personas comer la fruta. La fruta inmadura o demasiado madura es
prohibido consumirla, etc. Las mayores restricciones se aplican en
el nivel animado. Es extremadamente importante drenar correctamente la
sangre de los animales y deben desecharse las partes que no son buenas
para su consumo. A continuación, es esencial cocinar la carne de una
manera determinada y hasta un cierto grado, no más, pero tampoco menos.
Todo se explica claramente en las Escrituras. Por cierto, estas reglas son muy buenas
para establecer la digestión normal en los seres humanos. El gran
cabalista Rambam, que alcanzó las raíces de estos fenómenos, escribió un
libro de cocina basado en estas reglas. Si viviéramos de acuerdo a
estas leyes, nuestra existencia sería compatible con el mundo superior,
con las leyes superiores. Por lo tanto, nos beneficiaríamos de todo lo
que existe a nuestro alrededor y también lo haría nuestro cuerpo físico. Si ponemos lo anterior en términos cabalísticos, todo está basado en la conexión entre Maljut y Bina. Maljut es la propiedad de recepción, mientras que Bina es
la intención de otorgar. Cuando están conectadas correctamente,
representan la recepción en aras del otorgamiento. Este tipo de consumo
de alimentos se denomina Kosher, ya que significa en aras de otorgar, a través del entorno hacia el Creador.
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