Cuando el Ser Humano descubre la verdadera esencia del Creador y se comporta segun esa naturaleza, de otorgante o dador, ese acercamiento es tan intenso, que se da cuenta que no necesita de su religion, esta permanece solo como parte de su entorno cultural y social en este mundo.
¿Por qué es mucho más fácil leer aquellas partes del Zohar donde Baal HaSulam lo explica usando términos cabalísticos?
Esto se debe a que entonces nos es claro que estas son definiciones técnicas y no imágenes terrenales. Sin embargo, todo depende del nivel de aptitud de uno. Si invito a un especialista a arreglar mi computador, yo le indico las imágenes en mi pantalla y le digo que no me gustan las tonalidades del color, o la calidad de la pantalla, pero él no mira la imagen presente. Un especialista de computadores mira los signos eléctricos, las fuerzas que crean esta imagen dentro, la cantidad de colores instalados en el sistema. El no se preocupa por la imagen en sí ya que para él esta no es nada sino sólo un reflejo externo, un símbolo de lo que está ocurriendo adentro, lo que indica el funcionamiento adecuado o inadecuado del computador. Por otra parte, cuando yo le muestro esta imagen y le pregunto cómo arreglarla, él me lo explica en términos técnicos: “Aquí necesitas reemplazar HGT, NHY, reconciliar las fuerzas de las líneas derecha e izquierda…” Y yo no entiendo tampoco de lo que está hablando. Nosotros no nos confundimos por lo que habla El Zohar de tal o tal forma, por si es el lenguaje de las leyendas o el lenguaje de la Cabalá, sino por nuestra inhabilidad de discernir correctamente la imagen actual y de darnos cuenta de lo que está hablando. Cada palabra del Zohar indica un deseo que debe ser corregido. No hay nada más fuera de esto. El Creador dio lugar al deseo. Este deseo debe ser llevado a la corrección y llenado. Hasta que este alcance su corrección seguido del llenado, nosotros estamos sólo hablando del deseo. Tan pronto como este se corrija y se llene, dejaremos de hablar de este y empezaremos a discutir del próximo grado, un deseo más profundo, el deseo que sigue inmediatamente después. Es así como corregimos un deseo tras otro, capa tras capa. Este acercamiento por etapas hacia todo el poder de los deseos dentro de nosotros, los cuales corregimos paso a paso, uno después de otro, esto es llamado Mishpatim, juicio o reencarnación de las almas. “Reencarnación de las almas” significa que yo siempre estoy experimentando estas transformaciones internas.
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