Hemos sido creados con cualidades que no nos permiten organizar una sociedad sana y equilibrada. No importa cuánto nos esforcemos, nuestra esencia real nos niega esta oportunidad. Incluso si toda la humanidad realmente quisiera poner las cosas en orden por su cuenta, el defecto inicial dentro de nosotros destruiría todos los esfuerzos. Podemos gastar un millón de años dando vueltas a la idea de unidad, pero no seremos capaces de realizarla. Sólo la Luz superior puede hacerlo. Nuestro propias “iniciativas” sólo aumentarán los problemas.
Hay siete mil millones de nosotros y nuestro egoísmo ha ido creciendo a lo largo de la historia. Finalmente nos hemos convertido en un sistema “redondo” al cual nuestro egoísmo tendrá que unirse. Hoy en día, vemos el ajuste de los tornillos de este sistema. Vemos que comprime, se endurece y nos revela nuevas conexiones entre nosotros. Esta interconexión no se manifestó antes, pero ahora está saliendo. Marcaremos el comienzo de este proceso cerca del año 1995, a pesar de que Baal HaSulam escribió ya en los años cuarenta que el mundo se había vuelto una familia. Pronto será el 2012,y el sistema está consolidándose ante nuestros ojos. Los nuevos hilos continuos y recíprocos de conexiones están volviéndose realidad. La reciprocidad es garantía mutua, no importa cómo se manifieste, ya sea en forma positiva o negativa.
De esta manera, la Naturaleza nos obliga a unirnos y seguirá actuando de manera oportuna a través del sufrimiento. La cuestión es qué tipo de compresión, de presión, será necesaria para que podamos decir: “Basta, es hora de hacer algo con la sociedad”. Sin embargo, hasta el momento estamos sujetos en una prensa solo de manera muy suave. De una forma u otra, sólo la Luz superior que Reforma será capaz de darnos la paz. Sólo esta nos revelará la interconexión adecuada y nos cambiará de modo que deseemos unirnos o, para ser más precisos, aceptar lo que ya existe. Después de todo, estamos conectados, pero en contra de nuestra voluntad. De aquí viene la crisis. La crisis mundial es la manifestación de la distancia entre lo deseado y lo real. La interconexión universal es un hecho. Los profesionales e investigadores dan testimonio de ello y Baal HaSulam escribe sobre ella. Es real, pero no deseable. Sólo la Luz superior nos dará el deseo necesario. Ninguna otra cosa ayudará al hombre a cambiar su naturaleza.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.