
Rav: Esto no funcionará. Sólo puedes hablar de esto de una manera completamente indirecta, al decir que todos experimentamos este estado, no tú o yo. Está escrito en cada artículo acerca de educación integral, que durante el proceso de transición de un estado egoísta a uno altruista, comenzamos a entender, a percibir, y a comprender que hay cosas que en realidad no percibimos, ciertos “puntos ciegos” peculiares. Pero en realidad existen. Las personas a nuestro alrededor pueden verlos en nosotros; ellos entienden que hasta ahora no nos damos cuenta que existimos en este “punto ciego”. Es como si una enorme luz me cegara y yo no fuera capaz de ver nada, pero los otros pueden verme y ver muy bien todo lo que hay a mi alrededor. Generalmente, la persona siempre existe en un estado así, pero sólo podemos hablar de este de acuerdo al nivel de la persona. No podemos señalarle directamente este “punto ciego”, pero podemos guiarla de forma indirecta hacia este estado, llevándola por una ruta alterna. Pero nunca de forma directa, esto no funcionará; al contrario, sólo empeorará el estado. Ella debe entenderlo a través de los otros, indirectamente y experimentarlo. Primero, debe encontrar las sensaciones necesarias para este estado. Debe aprender que no entiende algo aquí, que hay algo que no siente y es necesario que esto le duela. Y una vez que comience a dolerle en su interior, se sentirá decepcionada, como si no entendiera algo, está desorientada y ve que algo está sucediendo en otras personas y aún no le está sucediendo a ella; en otras palabras, debe comenzar a sentir envidia, celos y orgullo. Son esas las sensaciones que usualmente la ciegan, que no la dejan ver. Todos tienen esos estados. Estos estados acompañan a las personas hasta la corrección completa ¡Siempre!. Pero debemos entender que esos “puntos ciegos” son estados que debemos corregir. Y este “punto ciego” debe guiarnos siempre hacia adelante como la luz de una linterna. Es por esto que el grupo y todos los demás deben, de alguna manera, usar sus cualidades, actitud y relaciones para trazar ante mí la sensación del “punto ciego” en mí, del cual no puedo darme cuenta y el hecho de que me ciega mi orgullo, mi tonto egoísmo y mi estrechez, es aquí que debo elevarme por encima de mí mismo. Este es un método muy complicado. Hablaremos de ello en el futuro y discutiremos los diferentes enfoques y soluciones para ello. Debemos ayudar a cada persona y a toda la humanidad a que vea este “punto ciego” ante ellos. En otras palabras, debemos ayudar a que todos se den cuenta de que esta área de comprensión que aún no está activada, es el próximo grado; es a través de la revelación del mal, de la realización de la bondad, que comenzamos a percibir la bondad detrás del mal. Pero en general el “punto ciego” es simplemente nuestro obvio egoísmo, que no nos permite sentir que estamos en él. Creemos que todo es normal y correcto, y no sentimos que parecemos tontos y limitados a los ojos de los otros. Si lo sintiéramos, nos quemaría la envidia, los celos, y el orgullo, lo cual nos forzaría a salir de nuestro egoísmo. Es por eso que debemos explicar de forma detallada un método indulgente para revelarle a la persona su “punto ciego”.
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