He estado estudiando Cabalá desde hace varios años y esta semana participaré en mi primera convención. ¿Cómo preparo mi corazón y mente para este evento?
Dr: Laitman No tenemos otro lugar, otra fuente, otra posibilidad de recibir la fuerza espiritual. El grupo y el estudio, las conversaciones, charlas y difusión, estas cosas son la “prosa” diaria. Naturalmente, también contribuye a nuestra unidad, sin embargo, una convención (Kenes), representa algo más, una convocatoria (Kinus) de corazones.
En la espiritualidad, todo se correlaciona con la unidad, de donde sacamos nuestra fuerza. Cada día tratamos de hablar de ello y de realizarlo, construimos las intenciones, tenemos reuniones de amigos y lecciones especiales cada semana, sin embargo, estos no son estados en los que es realmente posible recibir una fuerza grande y poderosa que nos empuje hacia adelante como en una convención. Maljut del mundo de Atzilut es llamada la “congregación de Israel” (Knesset Israel), ya que reúne y une todos nuestros deseos que están dirigidos hacia la meta espiritual. En esencia, una convención es la construcción de la Maljut del mundo de Atzilut, la creación de una vasija corregida espiritual unida. No hay alternativa a esto. Y es por eso ante todo que recomendamos que todos participen en la convención y se aseguren de no perdérsela. La persona no tiene otra oportunidad para recibir la fuerza para el avance espiritual. Además, basados en la experiencia, sabemos que las convenciones son seguidas por tiempos no muy agradables, por períodos de descenso. Tú necesitas la convención para abastecerte de fuerza y pasar suavemente este descenso como si no existiera. Es como si estuviéramos nivelando la presión entre dos polos. Recibimos el “más” (+) al reunirnos y nos damos una enorme fuerza unos a otros, y cada uno de nosotros recibe el “menos” (-) de forma individual después de la convención, esta negatividad nos divide y nos separa. Sin embargo, yo trabajo con ella con la ayuda de la fuerza común que he recibido de todos los demás y al final la corrijo. Yo no tengo otra oportunidad para corregir mi menos, mi egoísmo, mi “veneno”, mi “ángel de la muerte”, mi inclinación al mal. Lo único que puedo hacer es ser inspirado por el ascenso común y utilizarlo para corregir mi descenso personal. Lo mismo sucede en las clases y reuniones de amigos, sin embargo, las convenciones son posibilidades sin precedentes para atraer la fuerza de los amigos, corregir el mal privado en ti, unir y apoyar una conexión unificada con todos, tratando de otorgarles. Así avanzamos. Ha habido convenciones que en realidad no fueron seguidas por descensos. Pero últimamente hemos comenzado realmente “a caer” ahora entendemos que no hay nada artificial aquí. Esto es necesario para la existencia, de lo contrario, moriremos espiritualmente. Ha llegado el momento: Todas las convenciones están destinadas a recolectar la fuerza, que más tarde nos permitirá corregirnos. Yo no asisto para divertirme y disfrutar, para ir a las lecciones y conciertos con mis amigos. No, yo necesito esta unidad para continuar inmediatamente con esta unidad, corregir mi inclinación al mal, las fuerzas de separación que se despiertan en mí. Por esto es tan importante ir a la convención y también es muy importante mantener una relación máxima entre nosotros después de él, tratando de sentir la lucha que estamos librando. Si, después de la convención, lleno de tensión y desgarrado por las contradicciones, aún puedo pasar esta etapa de manera uniforme, manteniendo la fuerza que he recibido de todos y mantenerme en el grupo, si, cuando experimente un descenso, me puedo elevarme por encima de él, entonces el “más” (+) y el “menos” (-) se funden en un todo único: La inclinación al mal, un gran deseo se manifiesta en mí, pero una pantalla, el poder de la unidad que he adquirido, regirá por encima de éste. Esperemos que esta sea la forma en la que usemos nuestras convenciones.
En la espiritualidad, todo se correlaciona con la unidad, de donde sacamos nuestra fuerza. Cada día tratamos de hablar de ello y de realizarlo, construimos las intenciones, tenemos reuniones de amigos y lecciones especiales cada semana, sin embargo, estos no son estados en los que es realmente posible recibir una fuerza grande y poderosa que nos empuje hacia adelante como en una convención. Maljut del mundo de Atzilut es llamada la “congregación de Israel” (Knesset Israel), ya que reúne y une todos nuestros deseos que están dirigidos hacia la meta espiritual. En esencia, una convención es la construcción de la Maljut del mundo de Atzilut, la creación de una vasija corregida espiritual unida. No hay alternativa a esto. Y es por eso ante todo que recomendamos que todos participen en la convención y se aseguren de no perdérsela. La persona no tiene otra oportunidad para recibir la fuerza para el avance espiritual. Además, basados en la experiencia, sabemos que las convenciones son seguidas por tiempos no muy agradables, por períodos de descenso. Tú necesitas la convención para abastecerte de fuerza y pasar suavemente este descenso como si no existiera. Es como si estuviéramos nivelando la presión entre dos polos. Recibimos el “más” (+) al reunirnos y nos damos una enorme fuerza unos a otros, y cada uno de nosotros recibe el “menos” (-) de forma individual después de la convención, esta negatividad nos divide y nos separa. Sin embargo, yo trabajo con ella con la ayuda de la fuerza común que he recibido de todos los demás y al final la corrijo. Yo no tengo otra oportunidad para corregir mi menos, mi egoísmo, mi “veneno”, mi “ángel de la muerte”, mi inclinación al mal. Lo único que puedo hacer es ser inspirado por el ascenso común y utilizarlo para corregir mi descenso personal. Lo mismo sucede en las clases y reuniones de amigos, sin embargo, las convenciones son posibilidades sin precedentes para atraer la fuerza de los amigos, corregir el mal privado en ti, unir y apoyar una conexión unificada con todos, tratando de otorgarles. Así avanzamos. Ha habido convenciones que en realidad no fueron seguidas por descensos. Pero últimamente hemos comenzado realmente “a caer” ahora entendemos que no hay nada artificial aquí. Esto es necesario para la existencia, de lo contrario, moriremos espiritualmente. Ha llegado el momento: Todas las convenciones están destinadas a recolectar la fuerza, que más tarde nos permitirá corregirnos. Yo no asisto para divertirme y disfrutar, para ir a las lecciones y conciertos con mis amigos. No, yo necesito esta unidad para continuar inmediatamente con esta unidad, corregir mi inclinación al mal, las fuerzas de separación que se despiertan en mí. Por esto es tan importante ir a la convención y también es muy importante mantener una relación máxima entre nosotros después de él, tratando de sentir la lucha que estamos librando. Si, después de la convención, lleno de tensión y desgarrado por las contradicciones, aún puedo pasar esta etapa de manera uniforme, manteniendo la fuerza que he recibido de todos y mantenerme en el grupo, si, cuando experimente un descenso, me puedo elevarme por encima de él, entonces el “más” (+) y el “menos” (-) se funden en un todo único: La inclinación al mal, un gran deseo se manifiesta en mí, pero una pantalla, el poder de la unidad que he adquirido, regirá por encima de éste. Esperemos que esta sea la forma en la que usemos nuestras convenciones.
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