El pueblo de Israel estaba temeroso de saltar al Mar Rojo (Yam Suf, Mar Final) hasta que Najshón decidido hacer esto. Parece que no fue fácil hacerlo.

Esto realmente no fue fácil. Vemos que las dificultades aparecen en todas las etapas del proceso espiritual. Siempre hay quienes están dispuestos a dar marcha atrás. Nuestro ego es tan multicapas que no es posible abandonarlo de inmediato, alejarse de él, o al menos establecer que es malo. Es difícil que la persona se anule ante los demás. Si yo no actúo primero, esto dice que preferiría que alguien más lo hiciera. ¿Podría ser esto un deseo de amor y unidad? Es cierto que en ese momento el asunto aún no era claro. Vemos que después de eso surgieron el “becerro de oro” y muchos otros problemas.

Pregunta: ¿Qué representa el salto de “Najshón”?

Dr: Laitman En la persona existe una característica que representa el actuar en fe por encima de la razón: “Mi muerte es mejor para mí que mi vida”. Así, la persona salta al mar y lo que será, será. Ciertamente esto no es hablar de nuestro estado actual. La acción que es llamada “salto de Najshón” requiere preparación. Este es necesario para poder pasar al siguiente estado, pero ¿estamos preparados para llevarlo a cabo? Mientras tanto, nosotros estamos muy lejos de realizarlo, a pesar de que este momento se acerca rápidamente. No hay duda de que nos encontramos en los estados de redención. En la conexión de los corazones existe la idea de la paz y la plenitud;  en ésta está nuestra salvación, esta debe llegar como una alternativa a la actual situación en Egipto. Por lo tanto, todo nuestro trabajo, aprendizaje, difusión están dirigidos hacia la conexión y la unidad. Sólo con la ayuda de la conexión y una buena relación mutua podemos ser salvados.