A principios del siglo 20 Baal HaSulam
escribió que al final del siglo, más precisamente desde el año 1995,
comenzaría una etapa totalmente nueva, un verdadero estado en el
desarrollo de la humanidad. Básicamente, este período nació en aquellos
días, pero siempre toma tiempo hasta que un proceso llega a su
realización entre las masas del pueblo. Por otro lado, estos cambios son
similares a los cambios que tienen lugar en un grupo. Y así, a partir de
la organización de pequeños grupos, nosotros podemos aprender qué sucederá en los grandes bloques como estos, como aquel que forma todo el continente europeo.
Por el material de aprendizaje, sabemos
que en el momento en que las personas se esfuerzan para unirse,
inmediatamente ellas descubren un nuevo nivel de egoísmo.
¿Por qué sucede esto? Porque cuando nos encontramos en alguna etapa de
desarrollo y necesitamos elevarnos al siguiente nivel, podemos hacerlo
sólo si superamos nuestro ego. El siguiente nivel de desarrollo es una
mayor conexión entre las personas. Si nos conectamos entre nosotros,
supongamos con una potencia de 10 kilogramos, y entonces, a
continuación, supongamos, necesitamos estar conectados con una potencia
de 100 kilogramos. ¿Cómo es posible que estemos conectados entre
nosotros con una intensidad como ésta para organizar una sociedad más
fuerte y más consolidada en la que se revele la Luz superior, la fuerza
que actúa sobre nosotros y nos influya externamente (la Luz
Circundante)?. Para ello necesitamos volvernos egoístas
entre nosotros en nuestro nivel actual, para que así encontremos todo
este ego entre nosotros. Luego, en oposición a él, nos conectaremos con
los demás, es decir que haremos una pantalla por encima de nosotros,
para que toda la Luz que nos llega no entre en cada uno de nosotros en
una forma egoísta, sino que permanezca afuera, por encima de nosotros,
en forma de comunidad, en forma de pacto. Y entonces sentiremos la Luz
colectiva con un deseo colectivo que nos conectará. Esta será nuestra
primera Luz espiritual, que llamamos por el nombre de “Nefesh” (“la Luz de Nefesh“).
El ego nos desgarra y nos empuja desde
dentro, pero en oposición a eso, trabajando específicamente sobre él,
nosotros nos obligamos a nosotros mismos a conectarnos. A pesar de que
todos somos egoístas, a pesar de esto, nosotros nos unimos. Nuestro estado unificado está compuesto
por dos fuerzas opuestas: la fuerza egoísta que nos separa causando
rechazo, odio, falta de entendimiento y por encima de esta, nos
elevamos para conectarnos entre nosotros.
Cuando estas dos fuerzas opuestas, la
fuerza negativa por un lado y la fuerza positiva por el otro, alcanzan
una tensión particular entre ellas, entonces, en un momento, en forma de
un salto, la fuerza superior, la Luz, se revela allí. Esta nos da una
sensación de cooperación, de conexión y junto con esto, una sensación
de existencia en un espacio totalmente diferente, en otro estado llamado
“el mundo superior”. Empezamos a sentirnos más allá del espacio, más
allá del tiempo, más allá de la sustancia, más allá del movimiento,
dentro de un mundo de las fuerzas que gobiernan este mundo material.
Tenemos que ir juntos a un nivel como este. Elevarnos hoy a él, es
nuestra misión. En un grupo, nosotros vemos que en el
momento en que empezamos a conectarnos con un deseo general común, en
ese momento en particular, somos golpeados. De repente aparece una
sensación de separación, enfriamiento, falta de sentido: “No necesitamos
todo esto” Muchos de nuestros amigos se van; otros, después de haber
sobrevivido a este proceso de reflexión y de rechazo, de nuevo se
despiertan después de todo y alcanzan un deseo de conexión. Junto con ustedes, tenemos que pasar por
muchas etapas como estas en este ascenso. No podemos superarlas y pasar
a través de ellas de una sola vez. Supongamos que es necesario que
demos 150 pasos (sólo un número arbitrario) hasta llegar a ese punto en
el que nuestro potencial sea igual a la Luz de Nefesh.
Así descubrimos dentro de nosotros
estos dos potenciales, el negativo y el positivo, aquí en este tipo de
diferencia entre ellos, se descubre la Luz. Este asunto lo conocemos a partir de la
electrónica, de la física y de otras ciencias. Por ejemplo, una lámpara
se enciende cuando hay energía suficiente para ello. Si existe una
diferencia de potencial (℧), entonces se revela la Luz, la Luz de Nefesh. Esto es lo que debemos desear en un grupo.
Lo mismo sucede hoy en día en todo el continente y después de ello ésta se extenderá por todo el mundo. En Europa, según una señal de lo alto,
de acuerdo al programa de la creación, ellos han comenzado a unirse.
Ciertamente, todos los pueblos suponen que esto será útil para ellos
desde el punto de vista económico; de lo contrario, sería imposible
atraer de manera alguna a las personas hacia esto. Nosotros también
entramos a un grupo porque algunos llenados futuro nos atraen hacia él.
Es lo mismo aquí: Las personas sienten que pueden estar juntas, que
pueden ser más fuertes, que esto será más valioso para ellas, así
empiezan a unirse. Pero en el proceso de unificación, de pronto
descubren que hay numerosos obstáculos ocultos y problemas. Toda Europa
se encuentra ahora en este estado. Naturalmente, si los pueblos europeos
fueran conscientes de lo que realmente está ocurriéndoles, de que ahora
necesitan específicamente desear unirse y conectarse, ellos harían lo
que nosotros estamos tratando de hacer como grupo, es decir, a pesar de
las circunstancias, harían esfuerzos para unirse de alguna manera. De la
misma manera, ellos ya ven que no puede dividirse y separarse unos de
otros. Con el grupo ocurre un proceso
ligeramente diferente, nosotros nos dividimos y nos conectamos de nuevo.
Llegan personas nuevas, nos vamos, venimos y así sucesivamente, o
simplemente abandonamos por unos días o semanas (existe un estado así), o
incluso se encuentran en él, pero como si no nos encontráramos en él,
hasta el punto en que descendemos solos. Pero en Europa, las personas que manejan
las conexiones financieras y económicas ven que esto es imposible, que
es imposible separarse aún más. Vemos esto en el ejemplo de Chipre y
previamente, vimos el ejemplo de Grecia. Esto continuará. No hay
escape. Será necesario transformarnos, conectarnos cada vez más. Pero los problemas los esperan aquí, porque el hecho de no entender qué hay que hacer, será una búsqueda ciega. En general, de acuerdo a la analogía
con un grupo, es necesario hacer simplemente un esfuerzo de
incorporación mutua, de unificación mutua, de conexión mutua. Entonces,
al igual que en el grupo, el continente también podría encontrar una
salida, seguido por el mundo entero que se elevaría al nivel del mundo
superior. Nada especial sucede aquí, este es verdaderamente un proceso
de consolidación y conexión.
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