El Creador no
responde a las peticiones individuales de la persona. Él realmente
responde, pero no en favor de la persona, puesto que la persona no le da
a Él la oportunidad de revelarse.
Supongamos, yo le clamo ahora que espero que el Creador me revele.
¡Tengo libros y todo lo que necesito! Me encierro en una habitación,comienzo a pensar, a gritar y a sufrir. ¿Se me revelará El Creador a mí? No. ¿Por qué no? ¿Dónde está la
resistencia que construimos entre nosotros? ¿Dónde está el enemigo? Él
se ha ido. ¿Dónde está el lugar en el que Él debe revelarse? El Creador debe revelarse en la resistencia, en el ego, en el hecho
de que yo no puedo conectarme con los amigos y pedir Su ayuda. ¡Sólo
entonces Él se revela!. Pero si yo pienso en mí mismo y sólo murmuro: “Bueno, revélate Tú
mismo ante mí”, entonces esto no llevará a nada. ¿Por qué habría Él de
revelarse?. “Yo quiero elevarme hacia Ti”, ¿qué significa elevarse hacia Él?
Significa llegar a ser igual a Él, ser cercano a Él en mis atributos.
¿Qué significa ser cercano a Él en mis atributos? Uno, único y especial.
Esto significa que cuanto más nos conectemos, más cercanos a Él
estamos y así Él se revela en nosotros. Hay siete mil millones de personas en el mundo. Cuando nosotros
comenzamos a elevarnos, entonces, en el siguiente nivel sentiremos que
somos como mil millones, luego como un millón, luego como un centenar
de personas y finalmente como uno solo. Esta es la escalera por la
cual ascendemos hacia el Creador.
Pero si yo grito: “¡Elévame, revélate Tú mismo ante mí!”, entonces,
¿cómo puede revelarse Él? No hay nada en ti, no eres más que un punto.
Sólo puedes sentir nuestro mundo en un punto. Hoy en día, Su condición es que ustedes puede tengan éxito sólo si
empieza a conectarse y al mismo tiempo se preocupan por el mundo entero.
Vean qué crisis ha puesto Él en el mundo. Sobre esto es que escribe Baal HaSulam. Sólo al pensar en el mundo entero comenzamos gradualmente a elevarnos. En cada nivel, la humanidad sentirá que está volviéndose más pequeña,
más compacta y sus miembros se sentirán más cercanos unos a otros como
en un grupo, hasta que todos nos volvamos uno. Sólo cuando nos volvamos
uno, seremos iguales al Creador. Así que no tenemos otra opción sino comenzar a conectarnos con el fin
de revelarlo a Él y ver que no podemos hacerlo por nosotros mismos. Cuántas veces hemos leído el pasaje del Zóhar acerca de los alumnos de Rabí Shimon que eran grandes sabios y estaban en el nivel de Arij Anpin de Atzilut, el nivel de alcance más elevado, el cual es la revelación del Creador, la sensación del mundo superior.
Vean cómo ellos se odiaban unos a otros con tanta intensidad que
estaban dispuestos a matarse entre sí cuando empezaron a escribir El Libro del Zóhar. Nosotros tenemos que llegar a esos estados en los que exijamos que el
Creador esté presente para que Él nos conecte. Pero las relaciones
entre nosotros son frías: Realmente no me da la gana, estoy de mal
humor ni siquiera hemos alcanzado aún la sensación de odio.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.