Quiere
decir que cada persona que existe en nuestro mundo puede descubrir al
Creador, es decir, la fuerza superior que abarca, maneja, sostiene
todo, es responsable por la actividad de cada átomo y molécula, por la
naturaleza inanimada, vegetal, animada, humana, rodea, llena todo y
no existe nada más que Él.
Es una fuerza superior una, única y podemos descubrirla con la ayuda del método llamado la sabiduría de la Cabalá.
A través
de toda la historia, hubo muchas personas que descubrieron esta fuerza.
Son llamados Cabalistas de la palabra ‘Cabalá’ (recepción) dado que
trabajaron en este descubrimiento y recibieron esta revelación.
Al grado
en que descubrieron esta fuerza superior, lo que está sucediendo se
volvió claro para ellos: por qué estamos vivos, para qué vivimos, cómo
movernos correctamente en esta vida, que debe adquirir una persona como
resultado de su vida, a qué está conectada cada día, qué lo guía, cómo
responder correctamente al mundo que lo rodea en cada momento de su
vida, como algo es cambiado en él y en el mundo, por qué estos cambios
suceden y hacia dónde nos conduce todo esto.
La
persona comienza a sentir que existe en un universo único, lleno de
fuerzas y alcanza así el propósito de la creación. Esto llena su vida.
Sabe por qué está vivo, para que se levanta por la mañana y con qué está
lleno su día.
Mientras
avanza en la vida, descubre más y más la fuerza superior, hasta que
comienza a sentirla como la fuerza que lo anima y guía. Alcanza esto
intelectual y emocionalmente.
Cada
persona en nuestro mundo puede alcanzar esto, como está escrito. ‘…
porque todos me conocerán, desde el más pequeño hasta el más grande…’ {Jeremías 31:33}, y ‘…porque Mi casa será llamada casa de oración para todos’ (Isaías 56: 7). Pero primero el pueblo de Israel debe alcanzar esto y después el mundo entero.
Hubo un
tiempo en el que Abraham quiso llevar a todos los babilonios a este
método, para llevar a cabo una verdadera revolución espiritual, pero
solo un pequeño grupo
de habitantes de la vieja Babilonia se unieron a él. Los llevó a la
tierra de Canaán y construyó con ellos el pueblo de Israel. Sin embargo,
desde el principio, él quiso llevar a todos a este nivel espiritual,
porque la sabiduría de la Cabalá fue destinada a todos por igual.
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