Él, como todos los demás, va al trabajo, se ocupa de su familia y cria a
sus hijos. Nada cambia en su vida excepto que, desde el momento que se
convierte en un Cabalista, puede mejorar nuestro mundo a través de sus
acciones.
Después de todo, él trae una fuerza positiva al mundo contra todas las fuerzas negativas que están viniendo de todos los demás.
Todos los demás son egoístas y él es un altruista.
Así, él comienza a hacer buenos cambios en el mundo. Detiene el
progreso de eventos malos, guerras, desastres y actos de terrorismo. Él
emplea sus fuerzas de otorgamiento y por lo tanto, inclina la balanza de
fuerzas para el lado del bien.
Pregunta: ¿Cómo un cabalista puede detener una guerra?
Dr: Laitman
Todo lo que está ocurriendo en nuestro mundo es el resultado de la
interacción entre las fuerzas del bien y del mal. Sólo estas dos fuerzas
están actuando en nuestro mundo, divididas en muchas fuerzas
particulares, positivas y negativas: 613 deseos, 613 fuerzas, 613 luces.
Sin embargo, un cabalista
es capaz de equilibrar, como en una balanza, la influencia que viene
desde arriba y hacerla buena. El puede poner un peso en el platillo del
bien, el cual desplazará la flecha en la escala del lado negativo y
traerlo al centro del equilibrio. Como está escrito: “Si el alma tiene
méritos, se sentencia así mismo y al mundo entero a la escala del
mérito.”
Pregunta:
Entonces, ¿por qué no establecemos un escuadrón de cabalistas en el
ejército para hacerles detener los ataques terroristas y las guerras?
Dr: Laitman ¡Es verdad! Pero para esto, primero necesitamos erigir muchos
cabalistas. Desafortunadamente, por ahora, no hay ninguno en el mundo.
Realmente esperamos que pronto podamos criar a muchos de estos
cabalistas en nuestra organización, que puedan enseñar a todo el mundo,
llegando cada vez a más gente.
Sin
embargo, hoy en día, el mundo está corto de cabalistas y esto es
evidente debido a lo que está ocurriendo con el pueblo de Israel, dentro
de las fronteras de Israel y más allá, por la actitud negativa de todo
el mundo hacia ellos. Todo esto es el resultado del hecho que no podemos
inclinar al mundo a la escala de mérito, ni a nosotros mismos, ni al
pueblo de Israel y más aún, al mundo entero.
Sólo el
pueblo de Israel es capaz de hacer esto. Sólo a nosotros se nos dio la
libertad de elección y si no somos capaces de cambiar al mundo entero y a
nosotros mismos a la escala de mérito, hacia el lado del mérito,
entonces recibiremos la reacción negativa que estamos viendo hoy.
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