¿Cómo logra uno el deseo de regresar a la tierra espiritual de Israel?
Dr: Laidman El deseo crece a través de las Klipot (cáscaras), éste se procesa y se transforma en un deseo, Yashar El (directo al Creador). La tierra física de Israel no puede dar
fruto, es decir que no puede mantener sobre ella a las personas, si
éstas no se realizan el propósito de la creación. Entonces, si el pueblo
judío abandona esta zona, nadie puede vivir aquí. Incluso los árabes
cercanos nosotros, aquellos que han sido relativamente más éxitos en
comparación con las naciones árabes, no serán capaces de continuar sin
los judíos.
En general, la situación actual se
arregla con la expectativa y la esperanza de que el pueblo judío
comience a corregirse a sí mismo y se sometan la tierra de Israel. Es
precisamente esta condición la que hace posible que los judíos y los
árabes existan aquí mientras tanto. Pero si el pueblo judío no realiza
su misión, ellos tendrán que dejar esta tierra, independientemente de
las razones.
Y puesto que otras naciones tampoco
pueden sostenerse aquí, esta tierra será destruida por las guerras, como
lo que ocurre hoy en día en Siria, y aún es peor.
Pregunta: ¿Qué pasa si una persona quiere estar en la tierra de Israel, pero no se siente atraída por la tierra espiritual de Israel?
Dr: Laitman
La aspiración a estar en la tierra física de Israel es peor que estar
por fuera de la tierra. En vez de estar aquí en la tierra física de
Israel y no estar en concordancia con el concepto de la “tierra de
Israel”, es mejor vivir en otro lugar.
Como se entiende, esto no significa que
la persona debe permanecer en el exterior. La idea es que ella debe
corregirse a sí misma y estar en su propia tierra interna de Israel, con
el deseo de Yashar El (directo al Creador), de unidad, conexión y
amor por los demás. En contraste con esto, las personas que viven aquí
todavía no están corrigiéndose y todo el tiempo crean problemas para sí
mismas.
De hecho, nadie en este mundo, a
excepción de nosotros, tiene libertad de elección, porque nosotros
existimos con dos fuerzas. Tenemos un ego mucho mayor que todas las
naciones del mundo, y tenemos una chispa espiritual. Y entre estas dos
fuerzas, podemos elegir qué camino tomar. Las naciones del mundo están
dirigidas por un único deseo de recibir. El deseo que las atrae es lo
que hace que se ellas muevan.
Así que no tenemos nada que demandar y
no hay nadie a quien exigirle. De hecho, nosotros no dependemos en
absoluto de personas como el secretario de Estado Kerry o el presidente
Obama. No hay ninguna razón para esperar la justicia o la verdadera
solidaridad de ellos, dado que ellos también son manejados desde Arriba.
Nosotros dependemos sólo del hecho de mantener o no el programa de la
creación. Sólo la conexión entre nosotros puede mejorar nuestra
condición.
Entonces, si quieren vivir en la tierra
de Israel, ustedes deben saber que para venir a vivir aquí, deben
cambiarse a sí mismos de acuerdo a la tierra de Israel. De hecho, esta
es una tierra única que se traga a sus habitantes si no están en
concordancia con su esencia.
Mientras tanto, nosotros vivimos aquí, por así decirlo, por la gracia del Elyon
(Superior), y simplemente nos dan esta situación por un tiempo a fin de
que nos corrijamos a nosotros mismos. De acuerdo a ese mismo principio,
después de salir de Egipto, el pueblo judío recibió un “permiso de
entrada” a la tierra de Israel a condición de que viviera “como un
hombre con un corazón”, según la regla general: “Y Amarás a tu prójimo
como a ti mismo”.
Sólo si vivimos en unidad tendremos el
derecho de estar aquí. A las personas se les dieron cuarenta años en el
desierto para prepararse para el nivel de Bina. Entonces tuvieron
la necesidad de conquistar esta tierra, lo cual significa que las
personas recibieron los deseos que tenían que conquistar. Trabajar con
ellos fue muy difícil.
Pregunta: ¿Por qué nuestros vecinos también tienen un deseo por esta tierra?
Dr: Laitman Porque
esta tierra es hermosa y buena. De hecho, los judíos que están aquí la
desarrollaron. Pero en el momento en salgan, ésta se convertirá
nuevamente en un desierto.
Por lo tanto, las personas que quiere
vivir aquí son dirigidas por el Creador. Y a los judíos, este deseo se
los dan libremente para que el deseo de ellos sea como Su deseo. Toda la
diferencia está en nuestra libertad de elección. Y las naciones se
comportan precisamente de acuerdo al balance de fuerzas dentro de
nosotros.
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