Un cabalista es una persona muy interesante. De acuerdo con nuestras
normas, no puede ser llamado un santo. Es una persona normal con cinco
sentidos normales (vista, oído, olfato, gusto y tacto).
Un
cabalista existe en un cuerpo físico con todos sus instintos y con una
variedad de hábitos y aficiones. Es decir un cabalista ve, siente y
evalúa el mundo a través de su cuerpo animal, como cualquier otra
persona.
Sin embargo, al mismo tiempo, está incluido en un grupo
de personas afines que anhelan alcanzar el mundo espiritual. Así que
avanza de acuerdo a ese anhelo. Esa es la segunda característica de ser
considerado un cabalista.
Pero las
personas con las que está conectado puede ser que ya no existan en
nuestro mundo como cuerpos; no importa. Siente la fuerza que está detrás
de todos los objetos y está conectado con ellos, es decir, con las almas, porque nuestro anhelo está en el alma.
Por un
lado, ve este mundo, siente su sufrimiento y quiere sacar a la gente de
aquí, por otro lado, asciende y los arrastra con él.
Pregunta: ¿Hay alguna conexión entre el cuerpo físico y el ascenso espiritual de la persona?
Dr: Laitman En realidad no hay conexión. Una persona existe en este cuerpo físico, hasta que descubre el llamado ‘punto en el corazón’.
Es como si saliera de su cuerpo. Deja de estar involucrado sólo con él.
Comienza a involucrarse con el desarrollo del punto en el corazón.
Pero
esto no quiere decir que ya no ve la belleza de este mundo, que ya no
ama a la gente cercana a él, que ya no quiere comer algo sabroso, etc.
Todo lo que es típico de la persona en este mundo, existe en él. En
otras palabras, la gente antes del ascenso espiritual no debe tener
temor de perder algo. Por el contrario, sólo ampliará su círculo de
comunicación.
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