Toda la creación se divide en dos: Creador y creado. La fiesta de Sucót es una excelente oportunidad para discernir y corregir la reciproca relación entre las dos partes. ¿Cómo?Conociendo el significado interno de las coloridas costumbres de la festividad. Sería infantil de nuestra parte desmentir el triste hecho de que nuestra vida no es lo que nos gustaría que fuera. Los cabalistas sostienen que el origen de todo lo que sucede está en el mundo superior. De este, “caen” sobre nosotros los eventos de la vida, mientras estamos en medio de una película que desconocemos su principio y su final. De hecho, se puede decir, que desde el punto de vista cabalístico, nos conducimos sin ningún propósito, y esto es porque nos falta el punto de perspectiva de la vida eterna, la realidad completa.
Luz, Vasija, Zeir Anpin y Maljút
La realidad completa está compuesta únicamente de dos complementos – el Creador y el creado. La Cabalá examina la reciprocidad entre ellos por medio del uso de términos como Luz y Vasija – llenado y deseo. El Mundo Superior está compuesto de cinco mundos: el mundo de Adam Kadmón (hombre primordial), el mundo de Atzilút (Nobleza), mundo de Beriá (Creación), mundo de Yetzirá (Creatividad) y el mundo de Assiyá (Acción). El mundo de Atzilút es conocido también como el “mundo de corrección”. El Creador y el creado están representados en el mundo de Atzilút por medio de dos objetos espirituales que llevan el nombre de “Zeir Anpin” (pequeño rostro) y “Maljút” (Reino). Zeir Anpin es el dador, y Maljút es la recibidora. Esta reciprocidad entre ellos es el tema principal estudiado en la sabiduría de la Cabalá. Esto es porque todas las influencias del Creador sobre el creado son diferentes estados de Zeir Anpin, y los distintos estados de las almas –cada una por su lado y de todas juntas – son los estados de Maljút. Las fiestas son estados especiales de Zeir Anpin y Maljút. Maljút recibe sus deseos desde arriba, o sea, de Zeir Anpin. Recibe la luz – goce y perfección, de acuerdo al deseo que recibió antes. Entre el recibimiento del deseo (la vasija) y su llenado (la luz) se encuentra el estado de corrección de la vasija. El recibimiento del deseo mayor que existe se denomina “los días terribles”. Se les llama así ya que los deseos no corregidos de Maljút aun no pueden recibir luz, llenado, y por lo tanto se siente su vacío. Este proceso comienza en el primer día del año, en el que se creó el alma del primer hombre. Después de esto, en los diez días que quedan hasta Yom Kippur (día del perdón), el alma recibe las diez Sefirót (de la palabra zafiro, luz), diez deseos. Estos días son días de perdón y reverencia ya que durante estos días se encuentran en Maljút sólo fuerzas negativas. La cumbre de este periodo es el diá del Kippur (perdón). Después de recibir todas sus Sefirót, Maljút comienza a corregirse. Zeir Anpin le otorga fuerzas de corrección frente a cada una de las Sefirót. Este proceso ocurre gradualmente, en los siete días de Sucót, cuando la Sucá (choza de paja, tabernáculo) representa la fuerza de corrección que se encuentra alrededor de Maljút. Cuando esta se corrige completamente y es apropiada para recibir la luz de Zeir Anpin, la recibe y se unifica con él. Este estado de Zeir Anpin y de Maljút se llama “fiesta de Simját Torá” (alegría de la Torá), ya que Zeir Anpin se denomina también “Torá” (luz) y cuando éste llena a Maljút se dice que está en estado de “Alegría”.
Oscilando atributos
En el estado espiritual llamado Sucót hay cuatro especies que solemos atar juntas y oscilarlas tres veces en seis direcciones. Los seis lados del mundo son seis Sefirót que complementan la especial vasija llamada Zeir Anpin. Tres movimientos en cada dirección representan el método de corrección del alma llamado en el libro del Zohar – “método de las tres líneas”. Tres líneas de corrección del alma, que sólo a través de ellas se puede recibir la luz: la “Línea Izquierda” representa los atributos del creado, la “Línea Derecha” representa los atributos del Creador y la “Línea Media” que es resultado de la corrección de la línea izquierda por medio de la derecha. Sólo cuando Maljút, o sea el alma, se equipare a los atributos de Zeir Anpin, podrá recibir de este la luz. En este estado, la Luz de Biná que los circunda, comienza a entrar gradualmente en las seis Sefirót de Zeir Anpin y a la séptima y última Sefirá – a Maljút. Estos son los siete días de Sucót. Y bien, para el hombre que se encuentra en el alcance del Mundo Superior, varía el calendario conocido. Él vive un calendario propio, un calendario espiritual. En nuestra generación, por medio del estudio correcto de la sabiduría de la Cabalá, toda persona puede alcanzarlo y lograr el propósito de su creación – asemejarse a la Fuerza Superior que lo creó.
La realidad completa está compuesta únicamente de dos complementos – el Creador y el creado. La Cabalá examina la reciprocidad entre ellos por medio del uso de términos como Luz y Vasija – llenado y deseo. El Mundo Superior está compuesto de cinco mundos: el mundo de Adam Kadmón (hombre primordial), el mundo de Atzilút (Nobleza), mundo de Beriá (Creación), mundo de Yetzirá (Creatividad) y el mundo de Assiyá (Acción). El mundo de Atzilút es conocido también como el “mundo de corrección”. El Creador y el creado están representados en el mundo de Atzilút por medio de dos objetos espirituales que llevan el nombre de “Zeir Anpin” (pequeño rostro) y “Maljút” (Reino). Zeir Anpin es el dador, y Maljút es la recibidora. Esta reciprocidad entre ellos es el tema principal estudiado en la sabiduría de la Cabalá. Esto es porque todas las influencias del Creador sobre el creado son diferentes estados de Zeir Anpin, y los distintos estados de las almas –cada una por su lado y de todas juntas – son los estados de Maljút. Las fiestas son estados especiales de Zeir Anpin y Maljút. Maljút recibe sus deseos desde arriba, o sea, de Zeir Anpin. Recibe la luz – goce y perfección, de acuerdo al deseo que recibió antes. Entre el recibimiento del deseo (la vasija) y su llenado (la luz) se encuentra el estado de corrección de la vasija. El recibimiento del deseo mayor que existe se denomina “los días terribles”. Se les llama así ya que los deseos no corregidos de Maljút aun no pueden recibir luz, llenado, y por lo tanto se siente su vacío. Este proceso comienza en el primer día del año, en el que se creó el alma del primer hombre. Después de esto, en los diez días que quedan hasta Yom Kippur (día del perdón), el alma recibe las diez Sefirót (de la palabra zafiro, luz), diez deseos. Estos días son días de perdón y reverencia ya que durante estos días se encuentran en Maljút sólo fuerzas negativas. La cumbre de este periodo es el diá del Kippur (perdón). Después de recibir todas sus Sefirót, Maljút comienza a corregirse. Zeir Anpin le otorga fuerzas de corrección frente a cada una de las Sefirót. Este proceso ocurre gradualmente, en los siete días de Sucót, cuando la Sucá (choza de paja, tabernáculo) representa la fuerza de corrección que se encuentra alrededor de Maljút. Cuando esta se corrige completamente y es apropiada para recibir la luz de Zeir Anpin, la recibe y se unifica con él. Este estado de Zeir Anpin y de Maljút se llama “fiesta de Simját Torá” (alegría de la Torá), ya que Zeir Anpin se denomina también “Torá” (luz) y cuando éste llena a Maljút se dice que está en estado de “Alegría”.
Oscilando atributos
En el estado espiritual llamado Sucót hay cuatro especies que solemos atar juntas y oscilarlas tres veces en seis direcciones. Los seis lados del mundo son seis Sefirót que complementan la especial vasija llamada Zeir Anpin. Tres movimientos en cada dirección representan el método de corrección del alma llamado en el libro del Zohar – “método de las tres líneas”. Tres líneas de corrección del alma, que sólo a través de ellas se puede recibir la luz: la “Línea Izquierda” representa los atributos del creado, la “Línea Derecha” representa los atributos del Creador y la “Línea Media” que es resultado de la corrección de la línea izquierda por medio de la derecha. Sólo cuando Maljút, o sea el alma, se equipare a los atributos de Zeir Anpin, podrá recibir de este la luz. En este estado, la Luz de Biná que los circunda, comienza a entrar gradualmente en las seis Sefirót de Zeir Anpin y a la séptima y última Sefirá – a Maljút. Estos son los siete días de Sucót. Y bien, para el hombre que se encuentra en el alcance del Mundo Superior, varía el calendario conocido. Él vive un calendario propio, un calendario espiritual. En nuestra generación, por medio del estudio correcto de la sabiduría de la Cabalá, toda persona puede alcanzarlo y lograr el propósito de su creación – asemejarse a la Fuerza Superior que lo creó.
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