Todo nuestro trabajo consiste en encontrar la actitud correcta hacia los estados que recibimos. Mientras hacemos este trabajo, poco a poco, empezamos a dividirnos en dos componentes:
1. Mi deseo, en el que veo varios fenómenos, como el bien y el mal.
2. La mente, con la que discierno Quién me envía mis sensaciones y con qué propósito. En la medida en que sea capaz de analizar mis estados, independientemente de la sensación de “bueno o malo”, podré entenderlos y justificarlos, a pesar de mi sensación. Los puedo desear, con la intención de revelar la cualidad de otorgamiento, el Creador, a pesar de que la revelación de cada nuevo estado implique que yo sentiré primero el sufrimiento que acompaña a la revelación de un nuevo deseo vacío. La actitud que tenga hacia este deseo vacío puede cambiar mi sensación de su vacío. La sensación de la meta, una conexión con el Creador, me pueden llevar a estar de tan buen ánimo que excederá con mucho, mi sensación de sufrimiento. Es debido a esto que tenemos la oportunidad de ascender por encima de las sensaciones desagradables, con nuestras intenciones, con nuestra sensación de conexión con el Creador. Podemos justificar toda la creación en una medida tal, que precisamente esta brecha nos ayudará a ascender por encima de las sensaciones desagradables e incluso provocar su revelación, para subir aún más alto por encima de ellas. No podemos cambiar ningún estado de nuestro desarrollo, pero podemos pedir que logremos entender, por encima de nuestro deseo de disfrutar, en qué medida estos estados son buenos y están orientados a la meta, Así es como podemos acelerar nuestro desarrollo y pasar por los estados de descenso de tal forma que no los percibiremos como descensos, sino una razón para ascender. Todo depende de nuestra actitud hacia lo que nos ocurre.
2. La mente, con la que discierno Quién me envía mis sensaciones y con qué propósito. En la medida en que sea capaz de analizar mis estados, independientemente de la sensación de “bueno o malo”, podré entenderlos y justificarlos, a pesar de mi sensación. Los puedo desear, con la intención de revelar la cualidad de otorgamiento, el Creador, a pesar de que la revelación de cada nuevo estado implique que yo sentiré primero el sufrimiento que acompaña a la revelación de un nuevo deseo vacío. La actitud que tenga hacia este deseo vacío puede cambiar mi sensación de su vacío. La sensación de la meta, una conexión con el Creador, me pueden llevar a estar de tan buen ánimo que excederá con mucho, mi sensación de sufrimiento. Es debido a esto que tenemos la oportunidad de ascender por encima de las sensaciones desagradables, con nuestras intenciones, con nuestra sensación de conexión con el Creador. Podemos justificar toda la creación en una medida tal, que precisamente esta brecha nos ayudará a ascender por encima de las sensaciones desagradables e incluso provocar su revelación, para subir aún más alto por encima de ellas. No podemos cambiar ningún estado de nuestro desarrollo, pero podemos pedir que logremos entender, por encima de nuestro deseo de disfrutar, en qué medida estos estados son buenos y están orientados a la meta, Así es como podemos acelerar nuestro desarrollo y pasar por los estados de descenso de tal forma que no los percibiremos como descensos, sino una razón para ascender. Todo depende de nuestra actitud hacia lo que nos ocurre.
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