Aquellos a quienes se les llama “Isra-El” (se afanan por el Creador) avanzan por su propio trabajo individual y separadamente del resto de la humanidad. Esto se debe a las Reshimot que han despertado dentro de ellos y al Creador que quiere acercarlos a Él. Ellos ingresan a un proceso especial llamado la revelación del alma (el Creador o la espiritualidad que es uno y lo mismo). Paso a paso, tienen que develar gradualmente el proceso continuo por el que cada persona necesita atravesar de acuerdo a la velocidad con que se van realizando sus Reshimot.
Podemos acelerar este proceso, no modificarlo. Podemos apurar nuestro desarrollo si, utilizando todos los medios posibles, procesamos nuestros estados más rápida y correctamente. No cambiamos los estados mismos o el orden en que llegan. Nuestra única libertad es hacer uso del estudio y la conexión entre nosotros para aumentar nuestra consciencia y sensibilidad para comprender estos estados más rápidamente y justificarlos. Al estar preparados para estos estados, los hacemos pasar a un paso más veloz y por lo tanto construimos una actitud diferente hacia ellos. Entonces, percibimos cada estado positivamente y con entendimiento. Aparte de nuestra actitud hacia lo que nos sucede, no tenemos ningún poder en absoluto para cambiar o influir en nada. Nuestra actitud hacia todos los estados que percibimos y atravesamos (los cuales obviamente provienen del Creador) constituye nuestra intención. La intención es mi actitud hacia mi sensación y hacia su Fuente, pues “no hay nadie más aparte de Él”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.