He jugado al baloncesto cuando era joven y recuerdo que nuestro equipo tuvo mejores resultados cuando había niñas sentadas en la banca, apoyándonos silenciosamente. Pero cuando los chicos estaban sentados, la inspiración no estaba allí. En los grupos de formación integral, ¿cómo observarán las mujeres a los hombres: a través de cámaras de video?
Rav: De vez en cuando, organizamos picnics, viajes y reuniones mutuos. Nos conocemos entre nosotros, pero, en principio, este conocernos no tiene sentido. Yo no necesito conocer la cara de nadie. Es simplemente el peso de las mujeres, el que me muestra que esto depende de mí y espera la manifestación de mi inclinación masculina, esto es suficiente. Ellas no interfieren en nuestro trabajo, pero al igual que los jugadores en el campo, nosotros debemos sentir esta presión. Debo sentir a mis espaldas la mirada de la parte femenina, que evoca todas estas acciones en mí, no el orgullo ni ningún otro impulso egoísta, sino la responsabilidad de la expectativa de que entraremos en un nuevo nivel. Esto es necesario. Las mujeres no están empujándonos hacia actos individuales de heroísmo, sino específicamente a que nos elevemos por encima de nosotros mismos y a la unidad. Al mismo tiempo, cada uno de nosotros se pierde a sí mismo, pero todos juntos podemos alcanzar la forma de “Adam”.
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