Un hombre. Una mujer no puede ser un profesor. Ella puede ser su ayudante y no siempre. En cualquier caso, la imagen del maestro, la imagen del instructor, la imagen del líder, es la de un hombre.
Pregunta: ¿Qué deben incluir las lecciones prácticas para las mujeres? ¿Deben las mujeres discutir con los hombres?
Rav: Ellos pasan muy poco tiempo discutiendo, tanto los hombres como ellas mismas. Ellas estudian esto objetivamente. Sólo intentamos organizar lecciones para ellas y limitar los juegos y eventos conjuntos, para evitar interferir con su parte interna o hacerlas sentir forzadas u obligadas. Después de todo, todo nuestro sistema es integral, se basa sólo en la conciencia. Sin conciencia, la persona no avanza. Su avance sólo depende del grado de realización de su propio deseo por el movimiento interno y el cambio personal. Por esta razón es qué las mujeres comienzan a trabajar interiormente poco a poco, sólo en la medida de su comprensión del material y no basadas en el contacto entre ellas. Y si ellas están en un grupo, es sólo para discutir el material estudiado, pero nunca desde una perspectiva personal, como en el grupo de los hombres.
Pregunta: Hoy observamos una mezcla de roles. Y lo que estamos hablando ahora es de un pasado bien olvidado.
Rav: No, la mezcla de roles moderna es artificial. No es natural, sino impuesta. Y la gente puede ser fácilmente despojada de las cosas que se les ha hecho hoy. Vemos que todo lo que se manifiesta hoy es superficial y externo. El hecho de que una mujer se está masculinizando en sus estados internos y externos es sólo una manifestación del egoísmo mutante. Creo que no deberíamos seguir jugando con eso; por el contrario, deberíamos volver a la naturaleza. Si queremos avanzar hacia la armonía con la naturaleza, bajo ninguna circunstancia debemos ir en la dirección hacia lo que nuestra sociedad ha hecho con nosotros.
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