Cuando el punto en el corazón
se despierta en la persona, ella llega a un entorno en el cual se le
proporcionan todas las condiciones para su desarrollo espiritual
interno. Está dicho que “el Creador pone la mano de la persona en el
buen destino y le dice: Elígelo”. Aquí es exactamente donde está su libre albedrío: avanzar hacia el centro del grupo y a través del grupo hacia el Creador. Después la persona comienza a entender
el sistema, la “cocina” donde está “cocinándose” todo. De ese punto en
adelante, si ella busca cómo enfocarse correctamente en la meta mediante
el uso de la influencia del entorno, sometiéndose al entorno, anhelando
al Creador a través de este, entonces su punto en el corazón se expande
y crece. Aquí su participación básica con la
intención que aún no está dirigida hacia el otorgamiento puro es
suficiente. Incluso si la persona no lamenta eso todavía ni puede pensar
seriamente en ello, aun así es un comienzo. Si ya tiene un “punto en el
corazón” más importante, ya está incorporado en el entorno correcto
que influye en ella, eso es desarrollo. Incluso los actos sin un objetivo pueden purificar mi voluntad de recibir, pero sólo en el primer grado llamado “inanimado”. La persona aún no tiene las intenciones
correctas y aún no puede verse a sí misma como alguien que otorga, pero
puede al menos elegir “agachar su cabeza” con todas sus fuerzas,
anularse, y así avanzar. La grandeza del nivel inanimado es su habilidad
para someterse ante el grupo
y el estudio. Este nivel termina cuando la persona se anula totalmente
ante lo que se le ha revelado en el nivel actual. Este es el clímax del
nivel inanimado. Posteriormente, en el nivel vegetativo
todo cambia: Si antes sólo tenía que restringirse mientras se elevaba
por encima de su ego, ahora ella tiene que abrirse lo más que pueda. Tal
cambio es típico en cada transición de un nivel a otro.
Pregunta: ¿Entonces, resulta que el nivel inanimado no es tan “tosco” como podríamos pensar?
Dr: Laitman
Tal vez yo puedo no entender o sentir nada, ni ser capaz de participar
en el otorgamiento real, pero tengo que reconocer la falta de sensación,
mente y la actitud correcta, la falta de algo espiritual. Estoy 100%
por fuera de la dimensión del otorgamiento ¿entonces cómo puedo entrar
en ello?. Para hacer eso, yo tengo que anular todo
lo que se despierta dentro de mí. No borro ni cubro mis atributos, pero
sé que no puedo entrar en la espiritualidad con ellos. Entonces, me
aferro al dominio del entorno. Me dicen que me una a algo y lo hago sin
entender qué significa. Me dicen que lea, que estudie, entonces leo, estudio. Me dicen que haga algo y entonces lo hago. Lo hago
específicamente porque se me dice que lo haga. En otras palabras, me
someto ante el grupo y el estudio con todas mis fuerzas. Acepto este
dominio mientras renuncio a mí mismo y así avanzo hacia la corrección de
mi nivel inanimado. Después de todo, mi nivel inanimado no
puede moverse por sí mismo, y entonces la única manera de hacerlo es
hacer que los amigos me muevan desde el exterior. Para hacer eso, yo
tengo que estar en sus manos. En esto nadie tiene ningún obstáculo.
Cada uno es capaz de realizar esas acciones por sí mismo. La persona
sólo se anula ante otros y depende sólo de esto. La auto anulación
automáticamente la pone en manos de ellos. Más tarde se le pedirá que
lleve a cabo acciones que están basadas en la interdependencia y la
cooperación, pero en el nivel inanimado ella sólo tiene que renunciar a
sí misma. El deseo
crece, las interrupciones se incrementan, existe una mayor confusión
junto con el desacuerdo, la respuesta a todo eso es la auto anulación.
Uno necesita agachar su cabeza una, otra vez y así avanzar. Esta es la
primera fase en nuestro camino.
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