Yo nací y crecí en una familia
de doctores. Mi madre es ginecóloga, mi padre era dentista, mi tía y
tío también eran doctores. Si de pronto alguien se enfermaba al instante
había un fonendoscopio, medicinas, todos sabían qué hacer, tenías un
tratamiento y todo estaba bien, sin problema. Con respecto a esto, todo
el departamento de salud estaba en mi casa. La misma sensación de ser una familia
debe existir entre doctores y pacientes; de otra manera, no existe
ninguna confianza hacia un doctor. Pero hoy, un doctor no puede darse
ese lujo. Sin importar cuantos regalos le des, aun así él ve abrumado
por los pacientes. Entonces, debe haber un sistema
completamente diferente, con énfasis no en los medicamentos, sino en la
atención a la persona, como en la antigua medicina china.
Es decir, el sistema de salud debe
incluir toda la vida de la persona. Esta es una tecnología de vida: cómo
naces, qué respiras, qué comes, el impacto de tu entorno, cómo
reacciona tu cuerpo a todo esto (como un sistema biológico hacia el
sistema que lo rodea), cómo vivir tu vida: casarte, procrear,
envejecer y morir. Pero todo esto debe verse como un sistema que está en equilibrio con la naturaleza. Para esto, la persona tiene que estar conectado de forma orgánica,
integral con la naturaleza, acatar sus leyes, entendiendo lo que se
requiere de ella y cómo tiene que sintonizarse con una interconexión
mutua. Así como la armonía y el equilibrio dentro de nosotros significan la salud del cuerpo,
el equilibrio en la naturaleza significa la salud del entorno. Entonces
debe haber homeostasis entre nosotros y el entorno circundante.
Nosotros trastornamos el equilibrio de la naturaleza, alteramos el
equilibrio dentro de nosotros mismos, pero lo más importante, esto
perturba el equilibrio entre nosotros y el entorno. En esto, no nos
correspondemos en absoluto con el entorno.
Se sabe que la naturaleza circundante
actúa de acuerdo a la ley de auto estabilización: ustedes dan tanto como
reciben. Entonces la homeostasis se sostiene y el equilibrio se
preserva. Pero estamos en absoluta disparidad con la naturaleza porque
la consumimos toda salvajemente y no damos nada a cambio, sólo la
contaminamos. Todo depende de la educación de la persona, de su educación ambiental en primer lugar. Pero le llamamos a esto educación integral porque con el fin de cambiar la actitud humana hacia la naturaleza y la sociedad, es necesario cambiar al ser humano mismo. Nosotros vivimos en la sociedad que
constantemente nos afecta de forma negativa, y hacemos lo mismo, al ser
dirigidos por nuestro egoísmo:
sólo consumir, reprimir al otro, ganar lo más posible, o mejor aún
robar, sin dar nada a cambio. Por lo tanto tenemos que corregir tanto al
ser humano como a la sociedad entera. Como resultado, llegamos a una sola
conclusión: El hombre necesita ser cambiado. La única fuente de todos
los problemas en el universo es el ser humano. Desafortunadamente, a
este problema no se le presta ninguna atención. Entonces ahora podemos ver cómo por una
parte, la crisis ejerce presión sobre nosotros y limpiará todo, pero
mediante su firme mano. La naturaleza no conoce las dudas, ejerce
presión para que algunas especies se extingan y esto es lo que podría
suceder con la humanidad, todo apunta hacia esto. Tendremos que afrontar
la era del hielo, otros problemas ambientales y sociales. Vemos que
nuestro desequilibrio con la naturaleza no nos lleva a nada bueno. Por otra parte, nosotros tenemos a
mano el método que muestra cómo podemos, a pesar de todo, cambiar al
ser humano y hacerlo una parte integral de la naturaleza. Entonces
seremos capaces de ver toda la naturaleza: inanimada, vegetativa,
animada y hablante como un solo organismo. Por cierto, esta es también
la visión de la medicina china que trata al ser humano no como una parte
separada, sino como alguien integrado al sistema general de la
naturaleza.
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