“el consejo de Jetró”

Además, busca hombres capaces de entre todas las personas, hombres temerosos de Dios, que sean dignos de confianza, que odien el soborno y coloca esos hombres sobre el pueblo como jefes de grupo de mil, de cien, de cincuenta y de diez personas. Ellos juzgarán al pueblo en todo momento. Todo asunto grave ellos te lo traerán, pero cualquier pequeño detalle deberán decidirlo por sí mismos. Así será más fácil para ti, ellos sostendrán la carga contigo. Si haces esto, Dios te dirija, serás capaz de soportar y todas estas personas también irán a su lugar en paz. Estamos hablando acerca de las propiedades humanas. La persona comienza a reconocer qué cualidades en ella son corregidas bajo la influencia de la Luz superior (el atributo de otorgamiento). Algunos deseos se vuelven más cercanos a la propiedad de otorgamiento, algunos se vuelven aún más distantes. Uno estudia su progresión, los sistematiza en una pirámide. Sólo hay unas pocas propiedades especiales que son “adyacentes” al otorgamiento, mientras que el número de cualidades más distantes, más egoístas es enorme. Dado que la propiedad que es llamada “Jetró” se deriva del egoísmo, ésta se entrelaza con los deseos mismos y su jerarquía. Después de todo, el ego consta de cinco (5) niveles de deseos. Cuando el deseo llamado “Moshe” hace un intento por corregir un ego humano, la propiedad llamada “Jetró” le ayuda. Esta masa es similar a toda la masa humana, sólo que está dentro de la persona. Al usar el lenguaje de la Cabalá, es AHP de Galgalta ve Eynaim. Galgalta ve Eynaim es la propiedad de “Moshe”, mientras que AHP es el pueblo de Israel, que aún no ha sido corregido. Este es sinónimo de egoísmo, y por esa razón Jetró sabe cómo trabajar con él.

De acuerdo con la propiedad denominada Jassadim, Moshe con su “mano generosa y corazón abierto” no es apto para el proceso de corrección. El egoísmo tiene que ser corregido gradualmente, paso a paso. Por lo tanto, la propiedad de Jetró se muestra y pone todo en orden.