Todas las cinco fases, desde la fase de la raíz hasta la fase cuatro,
se conectan en el esfuerzo de la persona. Aunque nosotros nos esforzamos
sólo en lo que respecta a la intención,
sólo con respecto a la naturaleza humana en nosotros, también hay otras
capas en el deseo en las que somos manejados y no tenemos libre
albedrío. Estas capas de deseo son similares a nuestras necesidades
físicas y están incluidas en nuestro trabajo; éstas operan en nosotros
mientras que nosotros no podemos influir en ellas de ninguna manera.
Como dice Baal HaSulam
en el “Prefacio a la sabiduría de la Cabalá”, los elementos de la
naturaleza inanimada, vegetativa y animada ascienden y descienden junto
con el nivel humano, sin tener sus cuentas propias.
Pregunta: ¿Significa esto que en la espiritualidad también hacemos cosas que no las realizamos por nuestra elección?
Dr: Laitman Por
supuesto. Lo mismo también ocurre en nuestro mundo, puesto que este es
una réplica exacta de la espiritualidad. Yo no necesito trabajar sobre
la multitud de fuerzas espirituales que no pertenecen al nivel humano.
En el plano humano también tengo que aclarar primero las cosas y sólo
después realizar correcciones. En primer lugar, yo debo aclarar
exactamente dónde debo esforzarme para poder otorgar de tal forma que
pueda esto llevar a resultados reales. Lo más importante es diferenciar
entre el “área de trabajo” y la de “no trabajo” y poner mucho esfuerzo
en la primera.
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