En cada nivel, en cada grado espiritual, cada uno de nosotros tiene su
propia medida, de acuerdo al orden de realización de las Reshimot
(registros espirituales). Las grandes vasijas generales fueron rotas en
pedazos, cada pedazo tiene sus propios límites, sus propias medidas
de conjugación con otros, su medida de corrección y su propia “medida de esfuerzos”, tanto en el valor absoluto como en el individual. En realidad, no hay un “casi” en la espiritualidad.
Si en un nivel dado ustedes corrigen nueve partes de diez, entonces aún
no se las han arreglado para corregirlo. Sólo después que corrigen la
décima parte completan el trabajo. De la misma manera el electrón no puede
existir separado del átomo. El átomo está hecho de muchas partículas y
todas tienen que estar en el lugar correcto. Más tarde se crean otras
formas más grandes, complejas: moléculas, células, cuerpos y cada
una tiene que estar en su medida completa. Incluso la medida más pequeña
tiene que estar completa, hasta la última y más pequeña partícula.
Pregunta: Por
una parte, todos tiene que ser como un hombre con un corazón, y por
otra parte, se dice que cada persona puede juzgar al mundo entero ya sea
a la escala de mérito o de manera desfavorable ¿Cómo podemos explicar
eso?
Dr: Laitman
Es imposible explicar eso en nuestro nivel. Es imposible percibirlo
mediante nuestra mente. No son las leyes de las matemáticas ordinarias
lo que opera aquí, de acuerdo a las cuales uno más uno es igual a dos.
La espiritualidad tiene sus propias matemáticas.
Pregunta: ¿Qué es una “medida completa”? ¿Cuál es el criterio de plenitud?
Dr: Laitman
Una medida completa es un signo de cambio en cada nivel, de acuerdo al
principio de “me he esforzado y he encontrado”. Yo me esfuerzo cada vez
más “salto” hacia un nuevo estado. Es sólo de acuerdo a esta reacción
que sé con seguridad que me he esforzado lo suficiente. Es imposible
predecirlo. No hay ningún “contador”, ningún indicador del avance, de
acuerdo al cual pueda juzgar mi éxito. Esto se debe a que nosotros trabajamos “por encima de la razón”, en otorgamiento y el otorgamiento
no puede medirse. Las medidas siempre son en el deseo de recibir. En el
otorgamiento, la medida sólo puede ser con respecto a la revelación y
entonces siempre es de acuerdo a “me he esforzado y he encontrado”. Este
hallazgo es la revisión definitiva.
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