En
realidad, encontrar un trabajo interesante, realmente dedicarme y
disolverme en este es una gran alegría. Has encontrado tu llamado. En el
pasado también traté de encontrar un trabajo que amara, fuera
atractivo y satisfactorio, pero me di cuenta de que no tenía sentido.
Recuerdo cómo un estudioso me aconsejó tomar un cierto periodo en la
historia como la guerra de los treinta años, por ejemplo, profundizar
en ello y estudiarlo a fondo.
-¿Y después qué?
-Después serás un experto en la guerra de los treinta años si dedicas toda tu vida a ello.
Como un gran egoísta,
pensé que no valía la pena gastar mi vida en la guerra de los treinta
años que ocurrió hace 400 años. El precio parecía demasiado alto. La
vida pasa y una persona se desarrolla y de pronto comienza a darse
cuenta de que ha estado ocupándose en algo sin sentido.
En lugar
de la satisfacción y entusiasmo que una persona sentía antes: “¡Qué
interesante y qué éxito!”, de pronto siente vacío, decepción, falta de
energía y esto es terrible. ¿A dónde se han ido todos los años?, ¿ para
qué? ¿Qué debo buscar ahora? No tiene la misma fortaleza, deseos o
posibilidades que antes. Resulta que una persona no debe ocuparse
demasiado en los placeres corporales en este vida, sino elegir lo que
parece ser el valor más grande, el más importante y duradero, que no
cambia y está por encima de nuestras vidas. Por encima de nuestras vidas
sólo puede estar la eternidad. Esta eternidad es lo que necesitamos encontrar y no perder tiempo en nimiedades.
Surge la
pregunta; ¿Voy por ello o no? Si estoy de acuerdo, no puede haber
obstáculos, ¡sólo el alcance de la eternidad! Este tiene que ser el
estándar de una persona dado que de otra manera se rebaja al nivel
animal.
Por lo
tanto, necesitamos ocuparnos de clarificar el nivel en el cual
alcanzamos la eternidad. No es sólo la eternidad dado que no tiene
sentido existir eternamente en un nivel corporal. No necesitamos esa
eternidad. Puedes abordar a cualquiera en la calle y preguntarle si le
gustaría vivir en este mundo por siempre. Dudo que alguien esté de
acuerdo. Es sólo el miedo bestial a la muerte el que nos fuerza a vivir,
pero básicamente no tiene sentido en absoluto. Esta es la razón de que
cada uno tiene que encontrar su propósito definitivo.
Pregunta: ¿Pero, al mismo tiempo una persona debe tener una profesión?
Dr: Laitman:
Todos deben tener un trabajo para ser capaces de proveer para sí mismos
de forma normal y útil, ocuparse de un trabajo que le guste y no sentir
que está perdiendo su tiempo en vano. Pero, al mismo tiempo, tiene que
asegurarse que cada minuto de su vida es un pequeño paso hacia la gran meta, hacia el alcance de la eternidad y perfección.
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