Israel hizo un voto al Señor y dijo: “Si entregas este pueblo en mi mano, consagraré sus ciudades”.
El Señor escuchó la voz de Israel y entregó al cananeo. Él los destruyó [consagró] sus ciudades y llamó al lugar Hormá.
Todos
existimos en un deseo, en un cuerpo, y aun cuando desde la perspectiva
del ego parece que nos odiamos el uno al otro, en realidad odiamos
nuestras propias partes, nuestros hijos y familiares, las personas que
son más cercanas a nosotros quienes parecen ser más odiosos y distantes.
Todo esto será revelado en el futuro, y la humanidad se verá
sorprendida por sus acciones.
En la Torá,
el concepto de “pelear” también se refiere a la rebelión de los deseos
egoístas. Sin embargo, cuando una persona no puede pelear con ellos,
naturalmente pide ayuda del Creador porque Él es la única fuerza que
gobierna y controla todo. Esta es la razón de que Israel acuda a Él.
Cada victoria se trata de una persona superando sus deseos egoístas, los
cuales, en este caso, son llamados cananeos y se los transforma en
deseos altruistas.
En otras
palabras, cuando nuestros cananeos internos se rebelan dentro de
nosotros, necesitamos la ayuda del Creador y el Creador nos ayuda a
superarlos. Destruimos todas las intenciones egoístas que tenemos y
avanzamos.
La conquista
de la tierra de Israel es un cambio de las siete intenciones egoístas
principales para nosotros mismos en intenciones para el Creador, para el
otorgamiento y el amor.
Los
hijos de Israel hicieron un juramento de destruir la ciudad de los
cananeos, es decir los deseos egoístas en ellos, porque un hombre es un
pequeño mundo que incluye todo en él y es por esto que necesita la
ayuda del Creador.
¿Pero
cómo puede el pueblo de Israel que anhela el amor, pedir al Creador
eterno que ama a todos que destruya a alguien? Desafortunadamente, las
personas no entienden lo que dice la Torá ¡ piensan que es una nación
malvada! Sin embargo, la Torá presenta evidencia opuesta, porque en el
mundo espiritual, todo es con la intención con el fin de otorgar,
mientras que en nuestro mundo, todo es para llenarme a mí mismo.
Matarte a
ti mismo significa matar al egoísta en ti. Matar a alguien más
significa matar al egoísta en mí que tiene un nombre diferente, no el
mío. Esto significa que este es nuestro próximo estado.
Existen diferentes métodos de corrección:
parcial, temporal, permanente y correcciones definitivas. La Torá nos
habla de cómo se logra la corrección completa en diferentes estados. Es
justo como en nuestro mundo. Avanzamos, corregimos algo y dejamos algo.
Entonces algo regresa a nosotros una vez más, surgiendo de las
profundidades y debemos corregirlo una vez más.
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