No era un moabita de
nacimiento, sino un madianita y entonces, en tiempos ordinarios,
coronarlo simplemente hubiera sido imposible. Pero, en la situación
dada, sucedió gracias a su reputación como valiente guerrero y hábil
hechicero.
Balak era de Madián, justo como Jetro, el suegro de Moisés, con quien Moisés había estado en entrenamiento durante 40 años.
Jetro,
quien era la cabeza de Madián, llegó al campamento de Moisés donde los
judíos estaba preparándose para ir al desierto y se volvió su consejero,
ayudándolos a construir sus sistemas de defensa y justicia, y resolver
los problemas de la multitud de personas que salió de Egipto. Esta es la
razón por la que la estructura interna de la nación judía es de acuerdo
a la ley madianita.
Antes de tomar cualquier decisión, Balak decidió encontrar cuál era el secreto del fenomenal éxito de los judíos: cómo conquistaron una nación tras otra.
Conquistar
una nación tras otra significa elevarse por encima del ego y corregirlo
una capa tras otra. Esto es llamado avanzar en el desierto.
Y ahora se trata de personas que han cruzado el desierto y se aproximan a la tierra de Israel.
Jetro
entendió la designación de los judíos y por lo tanto se conectó con
Moisés. Aquí existe una doble transición del egoísmo al altruismo, los
atributos de Moisés y los atributos de Jetro, Séfora, la esposa de
Moisés y sus hijos están en medio. Esto significa que el movimiento
hacia la tierra de Israel hubiera sido imposible sin la conexión con
Jetro.
Es muy interesante la combinación de fuerzas, de atributos y sistemas opuestos,
y en contraste. Es en realidad mediante la coordinación entre ellos que
se logra el contacto correcto con el Creador. No puede suceder de forma
diferente. Los dos opuestos deben estar juntos y entonces, en base a la
oposición entre ellos, la verdad -la cual no está en ninguno de ellos,
sino por encima- es revelada, “y el Creador está por encima de ellos”.
Sin
embargo, gracias a la oposición correcta, observas las cosas como a
través de una mirilla, a través de una grieta estrecha y apropiada, que
es la única manera en que puedes ver el objetivo. Por lo tanto, las
fuerzas opuestas están en el nivel de Moisés. Se dice que nunca ha
existido un profeta judío como Moisés, pero ha existido entre las
naciones del mundo: Jetro.
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