Moisés rezó por
el pueblo. El señor le dijo a Moisés: “haz una serpiente fiera, ponla en una vara; acontecerá que cada uno que sea mordido cuando la vea , vivirá”.
Moisés hizo una serpiente de bronce y la puso en una vara;
aconteció que si la serpiente hubiera mordido a algún hombre, cuando él
mirara hacia la serpiente de bronce, él viviría.
La serpiente de bronce es un símbolo de lo que es representado a la
persona por su ídolo egoísta. La Torá parece decirnos que nos demos
cuenta “mira, está simplemente hecha de bronce, ¿por qué te inclinas
ante ella?” Es por esto que si tú “ves la serpiente” ahora, es decir si
la sientes dentro de ti en ese nivel, eso te cura.
Desde su altura, desde la altura de Biná, Moisés hace una serpiente en el nivel inanimado de la naturaleza
como si de verdad lo fuera y no de la forma en que es representada a
una persona. Pensamos que esta serpiente provee el placer infinito que
uno puede sentir en la tierra, en nuestro mundo y en el mundo
espiritual, en cualquier lugar. Esto significa que en lugar del Creador,
vemos una serpiente.
La serpiente de Moisés pareciera decir que el ego
es meramente un ídolo. Así que donde quiera que la persona la vea, ya
sea como naturaleza inanimada que se encuentra en un palo,
inmediatamente se cura porque se da cuenta que no hay razón para rezarle
a un ídolo.
Pregunta: ¿Qué significa “ponerla en un palo¨?
Dr: Laitman Significa
que incluso en la forma inanimada, la serpiente es sostenida sólo
gracias al palo que simboliza la fe. La serpiente es básicamente la
fuerza motora de la persona. Avanzamos con ella porque si el ego
desaparece, permaneceremos en el nivel cero.
Comentario: Pero hasta ahora Moisés avanzó con una vara sin una serpiente…
Dr: Laitman Es debido a que una vara en el nivel de Moisés es Biná. Si la serpiente se sienta en Biná,
veremos que es una pieza de bronce de la cual una persona puede hacer
un ídolo, la cual ¡no significa nada! En otras palabras, si observamos
nuestro ego a través del punto en el corazón, comenzamos a darnos cuenta
que no vale la pena gastar nuestra vida entera en esto.
Puedes escribir muchas novelas acerca de
la serpiente porque nuestro ego es sofisticado, una bestia astuta que
está cerca del hombre. Siempre aparece como malo, una figura astuta y
una causa de alerta en los cuentos tradicionales. El hombre tiene un
miedo instintivo a las serpientes y no le teme a nada en el mismo modo
que se deriva de la raíz espiritual del ego.
Podemos usar nuestro ego en dos formas:
por un lado, el veneno de la serpiente es un medicamento, del cual
depende la salud de la persona, por otro lado, es la muerte. No todo el
veneno es medicina.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.