De
hecho, el ser creado es femenino, porque el Creador creó el deseo. La
fuerza, la Luz que creó este deseo es masculino. El Creador es la parte
masculina y la parte femenina es el ser creado. Una parte no puede
funcionar sin la otra. Como resultado, hay macho y hembra. Después de
todo, es imposible que la Luz exista sin un recipiente y el recipiente
exista sin la Luz, o un más sin un menos y un menos sin un más. Por lo
tanto, todo se basa en la unión de los opuestos que es el asunto de la creación.
El ser creado consiste inicialmente de
una parte masculina, que creó entonces la parte femenina, lo que
significa que la luz creó el deseo
y luego el deseo cambia en sí para parecerse a la luz. La esencia de un
hombre y una mujer en nuestro mundo es alcanzar su raíz espiritual y
residir allí en la conexión entre ellos de acuerdo a las leyes
espirituales. Luego alcanzan un estado perfecto y eterno del viaje
espiritual. Este es su propósito en este mundo.
Pregunta: ¿Cuál es la diferencia fundamental entre ellos?
Dr: Laitman La
diferencia entre ellos es absoluta. En nuestro mundo, no sentimos cuán
opuestos son el uno del otro. De hecho no hay nada más opuesto y
contrastante que un hombre y una mujer en su raíz espiritual.
En realidad, es gracias a la diferencia
sobre la cual deben conectarse en un todo. No hay nada en cada uno de
ellos que el otro no pueda complementar ya que, espiritualmente, sólo
pueden existir en el complemento mutuo.
Estoy hablando desde el punto de vista
de la naturaleza, desde una perspectiva cabalística. No estoy interesado
en consideraciones feministas. Esto es totalmente irrelevante y no
tiene nada que ver con el marco que operamos. Reconozco la sabiduría de
la Cabalá, la cual nos habla del ser creado; la forma en que fue creado,
cómo se desarrolló, cómo se dividió en dos partes opuestas, cómo las
dos partes que se derivan de una raíz primera se alejan la una de la
otra, luego vuelven a conectarse y se complementan entre sí. Estas son
las partes masculina y femenina.
Podemos atribuir muy poco de lo que la
sabiduría de la Cabalá nos dice de un hombre y una mujer en nuestro
mundo, porque estamos muy lejos de parecernos a los atributos y objetos
espirituales. Esto significa que no somos ni los hombres ni las mujeres
en el sentido espiritual, sino algo en el medio, ambiguos y sin
terminar. Tenemos que pasar por todo el proceso evolutivo, entonces nos
daremos cuenta de cómo podemos complementarnos entre sí y llegar a ser
un todo perfecto. Esto significa llegar a ser similar al Creador.
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