Dr. Michael Laitman en conversación con Oren Levi y Tal Mandelbaum ben Moshe
Resumen
La sabiduría de la Cabalá no está involucrada con el estudio de los fenómenos cerebrales. Más
bien, es el deseo el que causa los fenómenos y todo es expresado en
nuestras emociones. Por ejemplo, cuando competimos contra otros, la
intensidad de la emoción se multiplica y alcanza un máximo. La derrota
en la competencia produce la más fuerte reacción emocional porque es un
golpe directo al orgullo y a la autoestima.
Esta reacción es más fuerte que la
victoria porque el instinto básico es, no ser lastimado. Compartir la
derrota es menos doloroso porque el daño se distribuye entre otros y,
después de todo, la miseria ama la compañía.
Sería interesante conducir un estudio
entre las personas que estudian la sabiduría de la Cabalá respecto a su
actitud hacia los miembros del grupo bajo condiciones de victoria o
derrota. La naturaleza humana es egoísta, de tal forma que sólo se
disfruta cuando otro pierde y uno está en su mejor momento. En el
entorno, estos valores pueden ser modificados con educación; el entorno
es lo que más nos influye. El máximo del desarrollo humano es el estado general de amor, en el cual todos se sienten como si fueran un único sistema.
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