Nuestro mundo es la sensación de nuestra división de egoísta, del rechazo mutuo. Nosotros comprendemos todo en este estado de distanciamiento mutuo: uno del otro, a partir de la naturaleza inanimada, vegetativa y animada. Y este estado es llamado “nuestro mundo”. En otras palabras, dado que nosotros lo atraemos todo hacia nosotros de una manera egoísta en aras del placer personal, separamos la única Luz espiritual en porciones insignificantes y comprendemos estos como si fueran objetos inanimados, vegetativos, animados y como la naturaleza humana de nuestro mundo. Por el contrario, si empezamos a conectar estos objetos entre sí y a relacionarnos con ellos como con un todo, entonces empezamos a sentir el grado siguiente, el mundo superior. El grupo nos lo han dado para que podamos encontrar la manera de entender el espacio que nos rodea en otra forma, en la forma correcta. A fin de cuentas de allí se deduce que cuando nos conectamos con los demás, tratando de unirnos emocionalmente, imaginando la integración de nuestros deseos, pensamientos, como un corazón y como una mente, entonces retratamos el mundo espiritual ante nosotros y lo anhelamos. De la misma manera, un niño desea ser un adulto. A través de este deseo nosotros convocamos sobre nosotros mismos la Luz superior (Ohr Makif), que corrige el ego que nos separa y de esta manera se forma el siguiente grado, la conexión entre nosotros, el AHP del grado superior.

Así nos conectamos a un nivel superior, sólo a través de la cooperación mutua entre nosotros. Y entonces empezamos a sentir el campo, la energía, la onda que fluye entre nosotros.
Los problemas entre nosotros crecerán cada vez más, las fuerzas de rechazo se descubrirán cada vez más, mientras que lo que necesitamos es lo contrario: elevarnos por encima de ellos y conectarnos todo el tiempo hasta que las fuerzas negativas y las del rechazo de oposición por un lado, y las fuerzas de nuestra conexión mutua por el otro, alcancen la posición de nuestro primer grado espiritual. Y entonces se descubrirá esto en la línea media.
Así que, el mundo espiritual se descubrirá a través de la conexión entre nosotros siempre y cuando nos elevemos por encima de las fuerzas de rechazo, trabajando paciente y constantemente en la conexión hasta la altura de la posición del primer grado espiritual.
Estos que grados se acumularon cuando nosotros intentamos conectarnos sin descanso a pesar de los problemas incesantes entre nosotros en un grupo, son al mismo tiempo el desarrollo interno del embrión a través de los cuales tenemos que pasar. Y entonces nacemos.